A Coruña es una ciudad de ciencia. Los Museos Científicos Coruñeses son uno de los principales reclamos de la urbe tanto para visitantes como para locales, que disfrutan del Aquarium, la Domus y la Casa de las Ciencias. Precisamente a las puertas de esta última se esconde un tesoro natural: un manzano de Newton que recuerda una de las contribuciones más importantes a la historia de la física.
Este ejemplar es un clon del árbol que originó la conocida anécdota de la Ley de la Gravitación Universal, ubicado en la casa natal de Isaac Newton, en Woolsthorpe (Inglaterra). "Este relato aparece na introdución dunha das obras principais de Newton, e tamén deu conta dela Voltaire", explica el director de los Museos Científicos Coruñeses, Marcos Pérez.
Se cuenta que cuando Newton estaba en casa, observó como caían las manzanas de su ejemplar de la variedad Flower of Kent. Por aquel entonces, no se había dado todavía una explicación a por qué las cosas caen: "Non había un modelo científico que o explicase con detalle". Newton se preguntó entonces por qué los objetos siempre caen de forma perpendicular al suelo, independientemente del lugar en el que estén.
"Pensando nese planeta cuberto de maceiras, con mazás caendo cara o centro da Terra, foi como chegou á idea de que tiña que haber unha forza que atraese a todos os obxectos entre sí, de tal xeito que esa forza que el chamou gravitación explica a caída das mazás pero tamén que a Lúa orbita arredor da Terra e a Terra arredor do Sol", explica Pérez.
Nacía así la Ley de la Gravitación Universal, que da una explicación a fenómenos que hasta entonces no estaba claro que estuviesen relacionados. Esta es una de las principales aportaciones de Newton a la ciencia y uno de los avances más importantes registrados, algo de lo que casi tres siglos después participó de forma simbólica A Coruña con la plantación del manzano.
20 años junto a la Casa de las Ciencias
El manzano de Newton llegó a la ciudad herculina en 2005 por el 20 aniversario de la Casa de las Ciencias. ¿Cómo? "As maceiras nacen espontáneamente, pero as de Newton non. Hai unha cultura de diplomacia botánica, por dicilo así, que tamén é a razón pola que temos un exemplar da figueira da Casa de Rosalía", señala Marcos Pérez.
Estos árboles senlleiros retoñan, y son precisamente estos retoños los que son ofrecidos o pedidos en ocasiones especiales para viajar a diferentes partes del mundo y hechar raíces. Es así como el manzano de Newton llegó a la Casa de las Ciencias que, además, tiene como icono una manzana que se cae.
"Igual que os museos están cheos de obxectos representativos, de ideas e conceptos científicos, que mellor que unha maceira chea de mazás para falar dese concepto de gravitación universal", reflexiona el director de los Museos Científicos Coruñeses.
"O importante é que ninguén rompa as ramas, pero seguramente quen probou esta mazá non repetiu"
¿Y qué se hace con las manzanas? Nada. Son manzanas de finales del siglo XVIII, una variedad muy diferente a las que se comercializan en la actualidad, más dulces y jugosas. Y es que las variedades de hace 200 años eran más "insípidas e secas", según Pérez, que señala que morder una de estas manzanas es como comer una patata.
"O importante é que ninguén rompa as ramas, pero seguramente quen probou esta mazá non repetiu", explica el director de los Museos Científicos Coruñeses como anécdota. Frente al árbol se encuentra una placa de bronce que explica el origen de este ejemplar que recibe a los miles de visitantes de la Casa de las Ciencias en el Parque de Santa Margarita.
Marcos Pérez concluye que todos los árboles merecen respeto al mismo tiempo que reivindica la singularidad del manzano de Newton: "Coidámola moito e esperamos que sexa disfrutada con mimo". Y es que el árbol es especial y reconecta a la ciudadanía con la ciencia, la cultura y la historia a través de sus raíces en A Coruña.
