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Los acontecimientos de A Coruña el pasado fin de semana eran el Morriña Fest y la Feira das Marabillas, pero la ciudad herculina siempre tiene algo más que ofrecer. En el mar, unos valientes celebraron su 40 cumpleaños alquilándose un barco y surcando la ría, y en tierra firme la alternativa underground apenas tenía música pero sí mucho vino: Santa Cunca.

Esta fiesta de reivindicación de la cunca de viño clásica de la que os hablamos la semana pasada ha superado por primera vez los 100 participantes y llenado de color y caras sorprendidas la mañana y la tarde del sábado en la ciudad. El resultado es una nueva puesta en valor de la cunca de viño, la manera tradicional de beber de la ciudad de A Coruña. Y también un generoso donativo a la Cocina Económica: se han recaudado 1.500 euros.

Santa Cunca comenzó en el año 2012 como una idea loca por parte de cinco colegas que no imaginaban lo que acabarían logrando. En las primeras ediciones se iban sumando poco a poco otros amigos y familiares, por el boca a oreja, llegando a la treintena de participantes en 2019. Pero la verdadera explosión ha sido en los últimos años posteriores a la pandemia, con 63 personas el pasado 2024 y el récord de más de 100 en 2025. Pocos eventos en la ciudad logran convocar a tanta gente.

Santa Cunca 2025, en la pulpeira Fiuza

El culto a la cunca

Con el crecimiento en público también ha aumentado la ambición y el propósito solidario. Lo que comenzó siendo una manera bonita de solucionar el problema del bote sobrante se ha convertido en una cuantiosa donación.

El remanente de Santa Cunca 2025 ha supuesto 895 euros, mientras que A Cunquiña de la Plaza del Humor ha conseguido 605 euros con su pincho solidario. En total, 1.500 euros para los más necesitados de la ciudad.

Donativo de Santa Cunca a la Cocina Económica en 2025

Donativo de A Cunquiña a la Cocina Económica en 2025

Santa Cunca no es una fiesta lúdico-festiva -el vino en cunca apenas tiene unos pocos grados- sino una manera de conectar con el pasado de la ciudad de A Coruña. En esta celebración se reúne gente de entre 30 y 80 años, algunos de la ciudad y otros de fuera, incluso gallegos emigrados a Estados Unidos que programan su viaje anual para que coincida con el último sábado de julio, fecha oficial de cada Santa Cunca.

En los últimos años se han puesto en marcha las "Conversas nas Catacuncas", una reunión trimestral en torno a cuncas de viño para conectar con representantes del tejido cultural de A Coruña. Los homenajeados -pintores, cantantes, directoras de cine- han acabado sumándose a la iniciativa y participando en otras conversas y en ediciones anuales.

El reto de seguir creciendo

Santa Cunca 2025 ha roto todas las previsiones: nuevos amigos se han unido, y hasta han venido grupos que no tenían conexión previa, pero habían oido hablar de la fiesta. Las 101 personas que acudieron a la llamada de la cunca este año cupieron de milagro en el Fiuza de Monte Alto, lugar de inicio de la romería, pero luego se tuvieron que dispersar en cuatro partes de 25 para hacer la ruta de las tabernas.

Así, la mañana del sábado 26 de julio cuatro grupos de cunqueiros rotaron por bares como O Tarabelo, el bar Sanín, Casa Andrés o la Pulpeira María Pita. Sitios que te pueden servir una caña o un gintonic, pero que todavía siguen ofreciendo el vino en cunca, como antaño. "Santa Cunca es un movimiento en defensa de la dignidad y reconocimiento de la cunca de viño y de homenaje a las tabernas que siguen manteniendo la tradición de beber el vino en cunca", dice la organización.

La celebración oficial concluyó con una comida multitudinaria en A Cunquiña, en la plaza del Humor, con actuaciones musicales incluidas y con un lleno absoluto, no solo del centenar de santacunqueiros, sino de otros grupos que se unieron a la fiesta. Así, bajo la atenta mirada del banco de Álvaro Cunqueiro, más de 100 personas brindaron para que la tradición dure mil veranos más.

Los cinco amigos que iniciaron Santa Cunca, en el banco de Álvaro Cunqueiro

¿Qué sucederá en el futuro de Santa Cunca? Por lo pronto, en septiembre tendrá lugar una nueva "Conversa nas Catacuncas" con el mismo objetivo solidario, pero en el horizonte está cómo evolucionará la fiesta si sigue creciendo al ritmo actual.

Todas las fiestas tradicionales de España han empezado así, con un pequeño grupo de entusiastas que con pequeñas olas acaban haciendo una gran tormenta, y puede que en unos pocos años la ciudadanía de A Coruña acabe teniendo una nueva tradición.