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Las celebraciones de las primeras comuniones en A Coruña ya no son eventos multitudinarios con largas listas de invitados. Han experimentado un cambio de paradigma: ahora se tiende a organizar encuentros más íntimos y exclusivos, en los que, por supuesto, los niños siguen siendo los principales protagonistas de la fiesta.

Sandra Armas, de Hinchables Galicia, con más de 30 años de experiencia en el sector, explica que las comuniones están cada vez más orientadas a los más pequeños. "Cada vez son más reducidas en número de asistentes, sobre todo de adultos, pero los niños invitan a sus compañeros, a sus amigos", señala.

Cambios en la tendencia

La empresaria recuerda que antes este tipo de eventos se concebían casi como pequeñas bodas, en el sentido de que se invitaba a toda la familia y se reunían cerca de 100 personas. "Ahora son celebraciones más pequeñas, en las que se prioriza claramente a los niños", apunta.

Una tendencia que también constata María Golan, responsable de eventos en el restaurante El Pantano, en Abegondo: "Sigue habiendo comuniones grandes, pero cada vez se invita a menos personas, igual que empieza a pasar con las bodas. La gente prefiere celebraciones más reducidas", comenta.

Golan señala que esta evolución puede tener varias causas: "Yo creo que influye el menor trato entre familiares o incluso el presupuesto. Antes bastaba con un menú; ahora se añaden mesas dulces, animación o decoración. Todo suma".

Buscar una experiencia única para los invitados se ha convertido en el eje central de muchas de estas celebraciones. Laura Estévez, de Makkan Club, en Oleiros, confirma que las familias quieren diseñar eventos especiales no solo para los niños, sino también para todos los invitados.

"Cada detalle cuenta: desde la decoración hasta la música, pasando por la gastronomía y, por supuesto, el entretenimiento. Al final, se trata de crear recuerdos inolvidables en un día muy especial", afirma la empresaria.

El entretenimiento infantil, la clave del éxito

El entretenimiento se ha convertido en un imprescindible. Armas indica que lo más demandado son cuidadores en mesa, yincanas, búsquedas del tesoro o hinchables como el toro mecánico o la barredora. El gasto en animación suele rondar los 500 euros, aunque puede variar mucho según el tipo de servicios contratados.

La mayoría de las comuniones se concentran entre finales de mayo, junio y principios de julio, aunque también hay algunas en abril o incluso en agosto. Esta distribución, señala María Golan, viene marcada por las fechas que asignan las Iglesias. "Antes las familias podían elegir, pero ahora son los curas los que fijan el día", comenta. Además, muchas personas evitan agosto por coincidir con las vacaciones, lo que dificulta reunir a todos los invitados.