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El Carnaval o Antroido terminó en A Coruña con una gran afluencia en el centro de la ciudad los días de fiesta. Los asistentes fueron, en su mayoría, personas de la ciudad, ya que estas celebraciones dejaron buenas sensaciones en la hostelería pero no así en los hoteles coruñeses.

Agustín Collazos, director de Hospeco, la asociación empresarial de Hospedaje de A Coruña, indica que la ocupación hotelera estos días se situó en torno al 56%.

"La incidencia ha sido mínima. No ha supuesto mucho respecto a los fines de semana que estamos teniendo ahora, en temporada baja", explica. El motivo está en que el día grande, el martes de Carnaval, es festivo local, por lo que no se registró un incremento en relación a otras fechas.

En la hostelería, sin embargo, el balance ha sido muy positivo.

"El Carnaval ha sido muy bueno. Ha habido muchísima gente en la calle, a lo que ayudó la ampliación de horarios", señala Héctor Cañete, presidente de la asociación coruñesa de hostelería.

El buen tiempo fue otro factor clave en la gran afluencia de gente en los bares de la ciudad porque "hizo que saliese muchísima gente todos los días".

Esto se traduce "en movimiento y en facturación", indica Cañete, que agradece al Concello la ampliación de horarios que permitió alargar la fiesta en la ciudad. "Esto genera empleo y es un polo de atracción para que la gente de los alrededores se desplace a A Coruña, donde se puede mantener más tiempo la fiesta. Ha sido muy bueno para el sector", subraya.

Polémica por el ruido

En los días previos, la polémica por la incidencia del ruido de la fiesta en el descanso de los vecinos de la zona centro, especialmente en el Orzán, fue la protagonista. Por este motivo, a pesar del permiso municipal para ampliar horarios de apertura, muchos locales decidieron mantener sus horarios habituales.

En este sentido, Cañete explica que "como asociación, siempre respetamos el descanso de los vecinos. Para nosotros es fundamental que no se moleste y seguir la normativa, que todo el mundo tiene que cumplir. El descanso de los vecinos es sagrado".

A esto añade que "el ruido en la calle no depende de nosotros, y ahí no podemos entrar más allá del servicio que damos al cliente y de cumplir la normativa".