A lo largo de los Cantones y la Marina, no faltaron las pelucas y el confeti. A mitad del trayecto, el jurado, ubicado en un balcón con vistas privilegiadas, valoraba minuciosamente aspectos como el vestuario, la coreografía, la originalidad y las carrozas de las comparsas, dejando en claro que la competencia era feroz y solo una se llevaría el reconocimiento de la victoria.
Entre las comparsas más destacadas de la noche, los Kilomberos de Monte Alto fueron uno de los grandes protagonistas. Un rival fuerte para el resto de comparsas debido a sus años de trayectoria. Esta vez, sorprendieron al público con un espectáculo musical impresionante, manteniendo una temática marina que les permitió seguir cosechando admiración.