Tres de cada cuatro jóvenes gallegos menores de 30 años vive con sus padres. Estos jóvenes sufren una brecha salarial de 14 puntos respecto a la media del país, además de cobrar 21 puntos menos que el conjunto de edades. Así lo refleja el último estudio de la UGT.
En este contexto, el grupo de edad entre 16 y 29 años sufre "tasas de actividad muy bajas, bajos salarios y, como consecuencia de todo lo anterior, problemas para acceder a una vivienda", con "bajísimas tasas de emancipación". Hablamos con Edu, un joven de 29 años de A Coruña que vive con sus padres por la situación de la vivienda.
"El principal problema es el precio del alquiler"
"Tengo una alarma puesta para ver opciones de pisos, pero un alquiler para vivir solo es bastante complicado por el tema de precios", reconoce a este medio el joven vecino del barrio de Os Rosales.
Preguntado por la mayor barrera para dar el paso, Edu lo tiene claro: "El principal problema es el precio del alquiler, sobre todo en la zona donde me interesaría vivir".
En más de una ocasión ha hecho cálculos para saber cuánto tendría que ganar para independizarse, y la conclusión siempre es la misma: apenas le quedaría un margen del 10-15% de su sueldo. "Se me iría entre un 85 y 90% del sueldo en gastos totales, ya que no solo es el alquiler", dice tajante.
Un escenario así, advierte "dejaría muy poco margen para cualquier imprevisto médico o cualquier arreglo que haya que realizar".
A diferencia de otros jóvenes, Edu considera que vivir con sus padres no afecta ni a su independencia personal ni a su vida social. "Mis padres no están mucho tiempo en casa, así que si quiero hacer cualquier cosa no suelo tener problema, pero es posible que en algunas ocasiones sí puede afectar", reconoce.
Y es que vivir con los padres también conlleva ciertas ventajas. "La cesta de la compra es un ahorro importante. El no tener un gasto de alquiler también me permite poder pagar otras cosas, como un coche, o tener algún que otro capricho relacionado con el ocio", menciona Edu.
Y añade: "Si tuviera que asumir más gastos importantes, sería muy complicado".
En 2030, Edu aspira a estar independizado, "pero tal y como sube el precio del alquiler, mientras los sueldos se mantienen, lo veo complicado".
"Las ayudas tampoco es que aporten demasiado, entonces lo veo complicado. Si durante unos años consigo ahorrar lo suficiente como para tener un colchón para cualquier imprevisto, supongo que sí podré dejar la casa de mis padres e independizarme", concluye.
Paro juvenil en Galicia
Aunque Edu tiene trabajo estable, la realidad de Galicia es menos alentadora: la región se encuentra entre las comunidades autónomas con la tasa de actividad juvenil más baja del Estado, con solo un 49,5%, frente al 53% de media nacional.
De un total de 332.100 jóvenes, 163.600 forman parte de la población activa, 130.900 están ocupados, 32.700 en situación de desempleo y 168.500 son inactivos.
UGT también advierte otro dato particularmente preocupante: la tasa de paro juvenil alcanza el 20%, más del doble del 9,4% registrado en el conjunto de la población gallega. En el grupo de jóvenes de entre 16 y 24 años, esta cifra se dispara hasta el 25,7%.
