Publicada

Digitalización y redes energéticas inteligentes por un lado, conocimiento en descarbonización y energía circular por otro. La fusión entre el Instituto Tecnológico de Galicia (ITG) y EnergyLab, anunciada la semana pasada, supone la integración de dos fuerzas que permitirán a Galicia potenciar su liderazgo en innovación tecnológica y transición hacia la descarbonización.

El director del área de Energía del ITG, Santiago Rodríguez, explica en Quincemil cómo y por qué se ha producido esta fusión y el alcance que podrá tener a partir de ahora un trabajo conjunto que combinará, con un total de 250 trabajadores entre las sedes de A Coruña y Vigo, digitalización en el ámbito energético y procesos de producción y usos de gases renovables.

Su perspectiva evalúa potencialidades sin dejar de lado "los problemas" que afrontan Galicia y España en el terreno de la transición energética.

¿Cómo se fragua esta integración?

Ha sido un proceso muy natural, sencillo y rápido. Los patronatos y direcciones de ambos centros lo valoraron y lo vieron con buenos ojos. Se analizó hace meses y se vio que hay líneas de trabajo comunes cuya fusión es muy fácil y va a permitir multiplicarlas y otras líneas con unidades de trabajo complementarias que uno y otro no teníamos.

¿Por ejemplo?

EnergyLab tiene una línea de biocombustibles y gases renovables que el ITG no tenía, a la que es interesante darle proyección, y EnergyLab no tenía ninguna línea de digitalización en el ámbito energético en la que el ITG es muy potente.

¿Hubo antes algún trabajo en común entre ambas partes?

No surgió la oportunidad, pero nos conocíamos bien, seguíamos las trayectorias. A nivel personal, las direcciones tienen un trato muy estrecho. Repito, es una unión muy natural porque da más cabida a las necesidades de innovación en el campo energético en Galicia. Ahora llevamos tiempo estableciendo directrices y planificando algún tipo de acciones. Vamos a buen ritmo.

"La fusión ITG-EnergyLab da más cabida a las necesidades de innovación energética en Galicia"

Santiago Rodríguez, director del área de Energía del ITG

¿Qué proyectos más ambiciosos pueden ser fruto de esta unión?

Hay dos líneas en las que podremos llegar más lejos porque se eliminarán duplicidades. Complementariedad por un lado: incorporar el componente digital de ITG refuerza el trabajo de EnergyLab y el desarrollo de biocombustibles hará que ITG lo incorpore en la cadena de valor de productos y servicios que no desarrollábamos.

Tamaño por otra parte: ser más grandes nos permite tener más alcance con mayores recursos y personal, por lo tanto, llegar a retos mayores.

Banco de testeo para electrolizadores AEM de generación de hidrogeno. ITG

¿Esto alargará la gestión de los proyectos o la hará más ágil?

Las dos cosas. Agilidad en los planes con mayor premura y más equipo para diseñar planes más estratégicos con menos prisa. La innovación requiere de dos líneas de velocidad: la muy rápida que demandan las empresas, casi a un año vista, y el desarrollo tecnológico y la necesidad de mejorar la competitividad empresarial a unos tres años.

¿Serán necesarias más infraestructuras?

Las de cada uno se complementan: laboratorios de EnergyLab de biomasa y biocombustibles, laboratorios de ITG en redes eléctricas inteligentes, renovables, drones, robótica, IA... Lo cual no exime que las infraestructuras tengan que ir renovándose. La innovación requiere reestructuración continua o se queda obsoleta. Se requerirán nuevas inversiones.

¿En qué se manifiesta la fortaleza de Galicia como referente en transición energética y sostenibilidad?

En Galicia hemos sido siempre pioneros y punteros en el ámbito energético. Los primeros parques eólicos nacionales fueron en Galicia y Navarra. También lo somos en energía marina y energía hidráulica. La central térmica de As Pontes fue un referente. De Galicia sale Unión Fenosa, Naturgy.

"La innovación requiere inversión y reestructuración continua o se queda obsoleta"

Santiago Rodríguez, director del área de Energía del ITG

Y a día de hoy Galicia aglutina grandes problemáticas que hay que abordar en transición energética, como la integración de renovables en la red eléctrica o el aprovechamiento de residuos para crear biocombustibles. Son problemas que se dan también a nivel nacional, y en Galicia disponemos de recursos y de experiencia suficiente para darles solución.

¿Pero avanzan las administraciones en la dirección correcta, y al ritmo adecuado, hacia la transición energética y la descarbonización?

Voy a ser un poco crítico. Estamos yendo muy lentos. El problema que tenemos en España de no poder desplegar las renovables porque las redes eléctricas no están adaptadas a las nuevas necesidades, o de que dependamos mucho del gas o de que no hayamos descarbonizado la industria los hemos puesto sobre la mesa los expertos hace más de diez años.

Los objetivos planteados en el Pniec [Plan Nacional Integrado de Energía y Clima] no han sido realistas porque no se han puesto los mimbres adecuados para conseguirlos. Como el hidrógeno: se quiere desplegar como vector de descarbonización pero no se está haciendo nada para que la industria demande hidrógeno, solo se ha puesto foco en su generación. Hay mucho trabajo por hacer y creo que las administraciones públicas han de dar un paso adelante.