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Las bodegas de Rías Baixas comercializan en Estados Unidos gran cantidad del vino que producen. A finales de marzo, cuando el presidente Donald Trump anunció una imposición de elevados aranceles a las exportaciones para todos los países del mundo, productores gallegos paralizaron pedidos de vino ante la incertidumbre comercial causada.

Ahora que EE. UU. y la Unión Europea han pactado un fijo arancelario del 15% para los productos fabricados en Europa que se exportan a territorio norteamericano, el sector vinícola gallego digiere la medida con “calma” y aún con expectativas respecto al consumo.

Productores de Rías Baixas consultados por Quincemil creen que sus consumidores en EE. UU. seguirán adquiriendo sus vinos, pero no descartan que se pueda originar una caída general en el consumo de sus producciones en todos los mercados.

Mantienen cierta cautela "sin dramatismos", a la espera de conocer aún "la letra pequeña" del acuerdo con la UE, y de nuevo atentos a un nuevo aplazamiento en la aplicación de los aranceles. Los que en principio iban a entrar en vigor el 1 de agosto lo harán el próximo jueves día 7.

"Invertir en el mercado y fortalecer la marca"

Las bodegas Martín Códax en Cambados (Pontevedra), especializadas en albariño, exportan vino a 70 países. Un 40% de sus ventas son al extranjero y de este porcentaje un 20% llega cada año a Estados Unidos, con dos de sus marcas de vino blanco como las más vendidas de Galicia en el país.

"Un 15% de arancel es un 5% más de lo que ya pagábamos. Tengo la sensación de que en general se está dramatizando. Más que este aumento, nos preocupa que la situación pueda provocar una recesión en el consumo de vino en todos los mercados", apunta Pablo Buján, director comercial de Martín Códax.

Plantación vitivinícola de albariño en Galicia. Shutterstock

"Estamos acostumbrados a altos aranceles en muchos países, pero cuando son los de Estados Unidos afecta más, a todos los competidores. En todo caso, es uno más del casi centenar de países donde se venden vinos de Rías Baixas", aclara.

Buján explica que Martín Códax ha tenido un "crecimiento consistente" en EE. UU.: "Pagar más de arancel no es beneficioso, pero no debemos tomar medidas drásticas sino invertir en el mercado y fortalecer la marca. Nuestra posición es buena y saludable".

"No creemos que se dejen de comprar los vinos gallegos"

Otros productores de Rías Baixas, HGA Bodegas, colocan en Estados Unidos marcas de vinos especiales, "de poder adquisitivo medio-alto". Es su segundo mercado más relevante, después de Inglaterra, y exportan en más de 35 países.

Su directora de exportación, Mariola Varona, apuesta por la "calma", por "trabajar sobre seguro con datos certeros". "El mercado norteamericano es el más importante del mundo, no existe otro alternativo en el sector aunque trabajamos por buscarlos y conseguir ventas. El albariño es uno de los blancos de primer nivel mundial. No podemos dejar de hacer nuestro trabajo", comenta al analizar el acuerdo arancelario.

Botellas de vino a la venta en una tienda de A Coruña. Quincemil

Varona admite que su bodega mantiene contactos con otros importadores y "analiza escenarios para transmitir confianza desde el punto de vista del productor" para evitar que se acentúe la incertidumbre.

"Es posible que subamos el escalón de precios, pero según el perfil de clientes y consumidores que tenemos, que no es un vino de mesa sino para ocasiones especiales, por seis dólares más por una botella no creemos que se vayan a ver afectados los vinos gallegos o que dejen de comprarse", explica.

Varona matiza además que la política comercial de Trump no solo apuesta por la imposición de elevados aranceles, sino que se aprovecha del fortalecimiento de otras monedas, como el euro, cuya tendencia alcista "hace más atractivas" las compras del país en aquellos que exportan su producción.