El futuro desde el pasado. El "espíritu" de la compañía frente a los "tiempos difíciles". La presidenta de Inditex, Marta Ortega, miró al pasado y divisó el futuro en la junta general de accionistas del grupo Inditex celebrada este martes en la sede de la compañía en Arteixo (A Coruña).
"Vivimos tiempos complejos llenos de desafíos. Para lograrlo no debemos perder nunca nuestro espíritu", resaltó Ortega en una intervención en la que recordó la apertura de la primera tienda Zara en A Coruña hace 50 años y en la que recalcó valores puestos en práctica por la empresa en este medio siglo.
"Cincuenta años de personas", subrayó la presidenta de Inditex, tras repasar aspectos como “el diseño, la calidad y la cercanía”. "No solo nacimos para vender moda sino también para entender a las personas, y eso no ha cambiado", dijo Marta Ortega.
"A mediados de los años setenta nació en esta ciudad una idea valiente, poniendo siempre al cliente en el centro. Su alma sigue viva, es cercana y profundamente humana", insistió Ortega, que destacó "el trabajo incansable y los retos superados".
En sus palabras de alusión a la "complejidad" de los tiempos actuales, Ortega evitó referirse a cuestiones concretas, como la política comercial arancelaria impulsada por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
"Crecer desde dentro es posible. Si trabajamos juntos y unidos, encontraremos el camino correcto. Sabemos dónde empezamos pero nunca hasta dónde podemos llegar. El futuro está en nuestras manos", proclamó Marta Ortega.
"Nuestro espíritu más vivo que nunca"
El consejero delegado de Inditex, Óscar García Maceiras, aludió al "espíritu" originario de la compañía, “más vivo que nunca”, como una de las claves de su éxito. "Mantenemos el foco foco permanente en la calidad del producto y en atender constantemente las necesidades y deseos de los clientes".
"Hace 50 años la moda era un privilegio al alcance de muy pocos. Hoy millones de personas visitan nuestras tiendas y plataformas online haciendo realidad aquel sueño que tuvimos", concluyó García Maceiras.