La arquitectura modular o industrializada, con la que se diseñan y ensamblan las piezas que conforman las casas prefabricadas, representa en la actualidad el 3% de la construcción residencial. Es todavía una modalidad minoritaria que experimenta una tendencia creciente en España impulsada por empresas exitosas como la gallega Emsamble, con fábrica en Narón y afiliada a la Asociación de Jóvenes Empresarios (AJE) de A Coruña.
Emsamble recogió en febrero el Premio Joven Empresario Abanca 2025 de los premios AJE Galicia 2025. Tres meses antes había obtenido uno de los Premios Emprende 2024 de AJE A Coruña. Su director y uno de los cuatro fundadores, Sergio Sampedro Herranz, recibe a Quincemil en la casa piloto que su empresa tiene en Oleiros, casi 200 metros cuadrados repartidos en dos plantas con jardín y una pequeña piscina.
¿Qué le dice la gente que entra a esta casa para ver por primera vez cómo es una construcción modular?
Se queda sorprendida al ver que se trata de módulos montados. Cree que no se diferencia mucho de una construcción convencional porque ve que trabajamos con hormigón, acero y el mismo tipo de materiales. Cuando empezamos hace diez años queríamos diferenciarnos a la hora de ofrecer diseño y calidad, y al mismo tiempo una garantía de ambas cosas.
¿Qué es lo que más convence a un cliente para decantarse por este tipo de casa?
Si tenían alguna duda, se disipa. Creo que es por varios factores: por la calidad elevada de la fabricación que proporcionan los procesos industrializados, por no depender tanto del oficio artesanal. Hay un precio cerrado, un plazo cierto y más reducido, sin desviaciones. Son casas de consumo casi nulo de energía, casas pasivas, y esto llama a la demanda.
¿Qué características arquitectónicas suelen demandarse en las viviendas modulares?
La mayoría de clientes valoran el diseño: espacios amplios, dobles alturas con salones de metros de alto, grandes ventanales, puertas de altura al techo, una tipología distinta de fachada que combina materiales y acabados, interiorismo con mobiliario a medida no solo en la cocina y armarios empotrados, también sets de salón, escritorios, mesas. Los clientes nos dicen que quieren alejarse del concepto típico de modular como caja de zapatos y nos piden combinaciones de fachada, porches, marquesinas...
Imagen virtual de una vivienda prefabricada diseñada por Emsamble.
¿Qué repercusión han tenido para la empresa estos dos premios en tan poco tiempo?
Además de un reconocimiento a que estamos haciendo las cosas bien, de forma diferente, creo que estamos empujando los límites del conocimiento en el sector de la prefabricación. Creo que somos un referente gallego y nacional. Los premios visibilizan, ayudan más, reconocen la vocación de innovación y tecnología puesta al servicio de la arquitectura.
¿Esto hace crecer mucho la empresa?
Hemos empezado una nueva línea de negocio, algo novedoso. Trabajamos con estudios de arquitectura que diseñan proyectos de construcción convencional y nosotros, como otra constructora más, presupuestamos y adaptamos ese proyecto como construcción modular. Es decir, nos piden presupuesto para construir de forma modular un proyecto de otro arquitecto que no tiene por qué ser modular.
¿Cuál es la clave del éxito?
La clave de la fabricación modular está en maximizar el trabajo en fábrica y reducir al mínimo el que se ejecuta en obra. En la fábrica controlas casi todo: costes, plazos, fabricación, maquinaria, herramientas, las mejores condiciones para los empleados... algo que en la obra muchas veces escapa del control.
¿Cuánto se hace en fábrica y cuánto en la obra?
Un 97% se puede construir en fábrica y el resto en la obra con un equipo de pocas personas en dos o tres semanas. Esta semana, por ejemplo, montamos una casa en Madrid: el montaje puede llevar un día, después hay que hacer los remates interiores y exteriores.
"Creo que estamos empujando los límites del conocimiento en el sector de la construcción modular, con la vocación de innovación y tecnología al servicio de la arquitectura"
En estos diez años de actividad que llevan, ¿cuánto ha crecido en Galicia la construcción modular?
No sé el porcentaje, pero en diez años se ve que de convertirse en una alternativa más económica a la convencional, esta construcción es ahora una alternativa real. Ha cambiado la mentalidad. En publicaciones técnicas se cuenta que en España en cinco años ha crecido un 40%. Todavía sigue siendo una forma de construir minoritaria, pero de aquí a cinco años puede pasar de representar el 3% al 10%.
¿El crecimiento en este segmento ha creado competencia entre empresas especializadas?
Ahora mismo hay mucho trabajo y somos muy pocos para la demanda tan alta que hay. Pasa en Galicia y en toda España, a este mercado están acudiendo promotoras, inmobiliarias e inversores además del cliente final particular. Creo que competimos más con la construcción convencional que con otros fabricantes modulares.
¿Por qué Galicia puede presumir de prefabricación?
Los primeros en España en apostar por esta construcción fueron los constructores gallegos. Quizá se deba a que, como en el norte de Europa, que son los primeros fabricantes, tenemos un clima parecido. En Galicia el sector de la construcción es muy potente y hemos salido mucho a Europa a construir. Hemos incorporado materiales y tecnología que no existían hace diez años.