Hay esperanza. Esa es la conclusión tras escuchar al coordinador general para España de The Climate Reality Project, impulsada por Al Gore, Álvaro Rodríguez, en la charla que ofreció ayer jueves en el Green Thursday 2025, organizado por Quincemil. Celebrado en Árbore da Veira, en A Coruña, el evento contó con un interesante final en el que Rodríguez repasó la forma en la que el ser humano ha afectado a la Tierra y en cómo, paso a paso, esto podría revertirse a tiempo.
El coordinador general para España de The Climate Reality Project comenzó su intervención apelando a abrir la mente. Con una foto de la Tierra sacada hace décadas desde el espacio, donde se ve el agua, indicó: "Tenemos ideas preconcebidas. Si hace 120 años un chaval preguntase en clase por qué las siluetas de Sudamérica y África encajan, lo más normal es que el profesor lo echara de clase, porque los continentes no se movían. Hoy sabemos que sí estuvieron unidas".
Y continuó con una frase sobre la que hizo reflexionar a lo largo de su ponencia: "Lo que nos trae verdaderamente problemas no es lo que no sabemos, sino lo que sabemos con seguridad y sin embargo no es así". Sin embargo, se mostró categórica asegurando que una de las cosas de las que estamos muy seguros es en cómo los seres humanos estamos afectando a la Tierra.
"Parecería obvio pensar que algo tan pequeño como el ser humano no afecta a la Tierra porque no tenemos esa capacidad. Son ideas que podrían parecer lógicas pero no lo son: somos mucha gente, moviéndose, comiendo... No estamos afectando a la Tierra, sino a la atmósfera más cercana a nosotros. Esa afectación sí que está teniendo mucha relevancia. Esa capa es fundamental, sin ella la vida en la Tierra sería imposible", indicó Rodríguez.
El aumento de la temperatura, clave
La Tierra funciona con un sistema complejo que recibe los rayos de sol, que atraviesan la capa de atmósfera y salen rebotados como rayos infrarrojos. Algunos de estos sí que se quedan atrapados, porque la atmósfera los para a la salida. Eso hace que la temperatura media de la Tierra sea de 15 grados, frente a los -55 grados de Marte (que tiene menos atmósfera y por tanto pierde la radiación solar) o los 457 de Venus, que tiene una atmósfera "brutal" y efecto invernadero.
Una temperatura media, la de la Tierra, que está cambiando porque la atmósfera es "muy delicada" y en los últimos 150 años hemos basado nuestro desarrollo en la quema compulsiva de combustibles fósiles. "Cada día arrojamos como si fuera un vertedero más de 170 millones de toneladas de contaminación. La capa se engrosa, aumentando la concentración de CO2 y haciendo que aumente la temperatura porque queda atrapada más radiación infrarroja saliente", señaló.
Las concentraciones de dióxido de carbono se han mantenido durante millones de años en 280 partes por millón, pero este 2025 terminará en 425. Un número muy elevado consecuencia de muchas causas como la quema de bosques o la agricultura industrial pero, sobre todo, por la quema de combustibles fósiles que siempre ha ido en aumento, excepto en la crisis del 2008 o en la pandemia de coronavirus.
"Nací en 1971. Desde entonces, el verano en España ha aumentado cinco semanas, una por década. Para la industria del turismo viene bien temporalmente, pero ¿quién va al Sáhara de vacaciones en agosto? ¿Y quien vendrá a España en agosto de 2050?"
Esto provoca un aumento de las temperaturas año a año, una "verdad incómoda" que se refleja en que los 10 años más calurosos de los que se tienen constancia son los últimos. "Nací en 1971. Desde entonces, el verano en España ha aumentado cinco semanas, una por década. Para la industria del turismo viene bien temporalmente, pero ¿quién va al Sáhara de vacaciones en agosto? ¿Y quien vendrá a España en agosto de 2050?", reflexionó Rodríguez.
El coordinador general para España de The Climate Reality Project recordó una frase del Papa Francisco después de que Roma alcanzase su temperatura récord: "El cambio climático es una carretera hacia la muerte". Y es que la ola de calor mató en 2022 a más de 200 personas en España y en China se registraron 52 grados en 2023: en este país ya se están creando refugios subterráneos.
En el futuro, además, amplias zonas de Oriente Medio y el norte de África van a ser inhabitables: en 2070, afectará a un área en la que actualmente viven 2.000 millones de personas. "Habrá millones de migrantes climáticos", señaló Rodríguez, que añadió que es algo que afecta sobre todo a los más pobres "y lo generamos los más ricos".
Aumentan los huracanes
El 90% del calor que estamos generando va al mar. "Esto no es Las Vegas: lo que pasa en el océano no se queda en el océano", indicó el coordinador general para España de The Climate Reality Project. Y es que la temperatura máxima de los océanos va en aumento en todas las profundidades, afectando no solo a las especies que las habitan sino también en la superficie.
Y es que esto provoca que las cuencas oceánicas permitan tormentas mucho más grandes. Otis impactó en Acapulco en 2023 como huracán de categoría cinco, un paso que se produjo en horas sorprendiendo a los científicos y evitando que fuese posible evacuar a los ciudadanos: "Ha sido la tormenta más cara jamás registrada en México".
Ophelia, en 2017, supuso la primera vez en la que un huracán cruzó el Atlántico y tocaba la Península Ibérica. Y es que la pregunta, ahora, no es si los huracanes pueden impactar en España y Portugal, sino cuándo y dónde lo harán, ya que también afectan a la zona del Mediterráneo. Una zona en la que las consecuencias del cambio climático se sufrieron duramente con la DANA.
En el Polo, por otro lado, también están ocurriendo "muchas cosas": el Polo Norte es navegable desde hace 10 años, es posible ir desde Noruega hasta Japón en barco. "Si el Polo se calienta, se acaba el equilibrio de la Tierra", recordó Álvaro Rodríguez, que señaló que existe incertidumbre sobre cómo van a ser las corrientes oceánicas.
Esto lleva, también, a que haya olas de calor y frío mucho más extremas: un ejemplo es Filomena en 2020, cuando nevó en Madrid y la temperatura fue de 0 grados durante una semana. "Estamos afectando gravemente el ciclo hidrológico: se evapora mucha más agua y llueve mucha más agua", explicó el coordinador general para España de The Climate Reality Project, que indicó que las lluvias extremas se multipliquen en todo el mundo.
"Cuando hay más temperatura y más sequía, los incendios se disparan. En 2023 se quemaron 500.000 hectáreas en Europa, este año hemos tenido más de 400.000 solo en España"
Este mismo fenómeno lleva también a que haya más sequía: "En algunos lugares de África, tienen que elegir entre dar de comer a las personas o mantener la vida salvaje. Otra de las zonas que está viviendo una gran sequía es el Amazonas, que está dejando de ser una selva tropical. La deforestación y los incendios ayudan, pero el ciclo del agua está cambiando".
"Cuando hay más temperatura y más sequía, los incendios se disparan", continuó Rodríguez, que mostró a los asistentes imágenes de los fuegos de California de este año. "En 2023 se quemaron 500.000 hectáreas en Europa, este año hemos tenido más de 400.000 solo en España", indicó el ponente sobre estos incendios que también arrasaron Galicia, en especial Ourense.
Rodríguez, además, vinculó los incendios que en 2017 saltaron de Portugal a Galicia con más de un centenar de focos al huracán Ophelia, que llegó a la Península de sur a norte el mismo día en el que los incendios se propagaron. Un dato al que añadió que los fuegos son la causa más común por hospitalización en el mundo por la contaminación del aire.
Pasos hacia la descarbonización
Tenemos que pensar el coste real del carbón sobre la economía. "El mundo ha cambiado, y está cambiando muy rápido". En 2015 el 20% de la energía la producía el carbón; hace unos meses, se cerró la última central de carbón en España. Es algo a lo que se han sumido la mayor parte de los países occidentales, que invierten en renovables: "La energía eólica está disparada a nivel mundial". Un origen, el eólico, que "en unos años" será superado por la energía solar.
El paso hacia una energía más sostenible se ha acelerado gracias, en parte, al abaratamiento del coste, lo que ha dado lugar junto a la innovación imágenes tan peculiares como la colocación de tejas solares en Pompeya imitando a las que hacían los romanos. "España tiene capacidad para convertirse en el Golfo Pérsico verde del siglo XXI", señaló Rodríguez.
El coordinador general para España de The Climate Reality Project, Álvaro Rodríguez, en Green Thursday 2025.
La energía renovable es más barata que la fósil desde 2015, por lo que la capacidad eléctrica ha cambiado y la apuesta general es invertir en la primera. "Es el camino que necesitamos. Permite que la gente que no tenía acceso a la energía pase a tener acceso a la energía verde", explicó el coordinador general para España de The Climate Reality Project.
Una forma de solucionar parte de los problemas de emisión de CO2 a la que se suma que cada vez más gente apuesta por comprar coches eléctricos en un contexto en el que un tercio de las emisiones proceden de la movilidad. "El pico de venta de coches de gasolina se obtuvo en 2017", indicó Rodríguez, que añadió: "En toda Europa se va hacia una movilidad electrificada".
"Nuestros hijos no tendrán la oportunidad de hacer el cambio. Nosotros somos la primera generación con las herramientas para lograrlo, y la última que puede hacerlo"
El cambio, en todo caso, no será posible sin mejores condiciones laborales. "Estamos en la cuarta revolución: la de la sostenibilidad, la de las 0 emisiones, la de otra forma de consumir, movernos, hacer las ciudades y producir energía", indicó Rodríguez, que señaló que el Acuerdo de París ha logrado que se mejoren muchos aspectos.
"Nuestros hijos no tendrán la oportunidad de hacer el cambio. Nosotros somos la primera generación con las herramientas para lograrlo, y la última que puede hacerlo", añadió el ponente, que concluyó que "soñar algo es el primer paso para lograrlo" citando a personas como Nelson Mandela: "Si algo caracteriza al ser humano es enfrentarse a retos imposibles y lograrlos por nuestra voluntad".
