Cada año, son muchos los gallegos que deciden dejar su tierra para probar suerte en otros países. Los bajos salarios, la poca estabilidad o las pocas oportunidades de crecimiento suelen ser algunos de los principales motivos.
La sanidad no está en su mejor momento, tal y como se refleja en las huelgas y manifestaciones del personal. Yasmina García (32), de Santa Comba (A Coruña), es una de estas sanitarias que dejó Galicia. Ahora vive en Suiza, aunque reconoce que en su caso fue por "casualidades de la vida".
"Llevo ya 7 años y medio"
Yasmina acabó en Zúrich por descarte. Cuando lo decidió vivía en Inglaterra, donde ejercía de enfermera, hasta que un día se mudó con su pareja a Suiza. "No sabíamos lo que nos íbamos a encontrar", pero, por suerte, todo fue bien: "Llevo ya 7 años y medio muy feliz con la decisión que tomamos".
Para la gallega, lo más duro fue la barrera del idioma, ya que no hablaba nada de alemán. "Fue un proceso un poco largo y tedioso, por momentos realmente duro", explica. Se apuntó a una academia, pero antes de que le acabase el permiso de residencia no tenía el nivel óptimo para trabajar en un hospital.
"Empecé a trabajar en restaurantes como camarera y luego en Zara, donde mejoré muchísimo el idioma y poco a poco me acerqué a la sociedad de Suiza y su cultura", apunta. Ahora, es enfermera en un hospital y no se plantea volver, "no creo que las condiciones que tengo aquí se puedan dar ahí", dice contundente.
"Las condiciones son muy buenas"
Tras más de 7 años en Suiza, Yasmina ya es una más: "Me siento bastante integrada en el país y me encanta la vida que he podido construir en él", comenta. Además, no duda en afirmar que ha conseguido mayor proyección laboral que si se hubiera quedado en Galicia.
"Aquí no existe el sistema de oposiciones/listas. La contratación es por entrevista y los puestos en su gran mayoría indefinidos tras un período de prueba, lo que da una estabilidad y seguridad laboral inmediata".
Por si fuera poco, ensalza las "opciones de crecimiento laboral con puestos de expertos, formadores de alumnos, especialidades como urgencias, anestesia, UCI. En muchos casos el propio hospital te ofrece y promueve, dando facilidades para que puedas seguir formándote sin tener que dejar el puesto de trabajo".
Por todo ello, para Yasmina la mayor ventaja de trabajar como enfermera en Zúrich es tener una vida estable. "Las condiciones son muy buenas, a pesar de que se trabaja más horas, pero en mi experiencia, se respeta también más al trabajador", dice sin pelos en la lengua.
"Los salarios son muy altos en comparación con España"
No cabe duda de que Suiza es uno de los países con mayor riqueza, y eso se nota en los sueldos. Como bien dice Yasmina, "el nivel de vida es superior al de ahí, los gastos mayores, pero se puede ahorrar mucho más", explica.
El mayor ejemplo de esto es el salario que puede alcanzar una enfermera en Suiza: "La jornada completa al 100% son 42 h semanales. El sueldo puede ir de 6.000 a 7.000 chf o más, dependiendo mucho de la experiencia, el cargo, etc". Al cambio, hablamos de 6.459,98 a 7.537,30 euros.
No obstante, ella trabaja al 80%, ya que ahí "suele permitirse la reducción de jornada libremente", otra ventaja que destaca.
Pese a no estar a jornada completa, su sueldo es más que suficiente: "Vivo sola en Zúrich, lo cual puede ser bastante caro, pero aun así puedo permitirme el lujo de trabajar en jornada reducida para tener más tiempo para mí y todavía ahorrar", dice feliz.
Sin duda, una diferencia abismal con los salarios y condiciones de las enfermeras/os en Galicia y el resto de España, ya que una de las principales quejas son los sueldos y las guardias excesivas que llevan a cabo sin tiempo para tener una vida digna.
"La calidad de vida en Suiza es impresionante"
Aunque para ella lo peor fue aprender el idioma, no duda en recomendar a cualquiera que se anime a empezar de cero en Suiza: "La calidad de vida es impresionante y el país enamora realmente hasta atraparte".
De este país destaca los muchos planes que hay para hacer, el civismo de la sociedad y la buena acogida de todos sus habitantes. "Suiza te acoge y te hace sentir en casa", afirma.
"Hay una gran diversidad cultural, muchísimos emigrantes de todas partes, y eso es algo que también me resulta tremendamente positivo, ya que casi a diario puedo hablar con mis pacientes en alemán, inglés, español y ¡hasta en gallego!", finaliza en su declaración a este medio.
