Si eres joven seguro que más de una vez has escuchado, o incluso pensado, que al llegar a los 65 años no van a existir las pensiones y que tendrás que trabajar el resto de tus días. Pues, por desgracia, más o menos estás en lo cierto.
Según un estudio de la Fundación BBVA e Ivie, titulado 'Presente y futuro de la juventud española', a causa de la dificultad actual de tener carreras laborales largas y de acceder al mercado laboral en edades tempranas, los jóvenes no se podrán jubilar hasta los 71 años si quieren mantener su nivel de vida previo.
Retraso laboral que eleva la edad de jubilación
"La incorporación al mundo laboral más tardía de los jóvenes, con una tasa de empleo entre los 16 y los 29 años 15 puntos porcentuales inferior a la de 2007, hará que los que se jubilen en 2065 y que solo hayan podido cotizar 30 años deban compensar sus menores cotizaciones demorando la jubilación hasta los 71 años si quieren mantener el nivel de vida previo", informan desde Europa Press.
De esta forma, se confirman los peores presagios que muchos jóvenes ya tenían en mente. Un nuevo varapalo para aquellos a los que les han dicho siempre que estudiasen para tener un buen trabajo y una buena vida, y que ahora no pueden apenas independizarse por los precios elevados y los bajos salarios.
Ahora ya saben que si quieren jubilarse con una pensión digna tendrán que trabajar hasta los 71 años, tal y como se informa en el presente estudio.
"Con la legislación prevista actualmente, para obtener una tasa bruta de reemplazo -relación entre la primera pensión anual de jubilación que recibiría una persona y su salario anual en el último año de vida laboral- del 90% en 2065 (que equivale aproximadamente a una tasa neta del 100%, lo que significa mantener el nivel de vida previo) con una edad de jubilación de 65 años sería necesario tener 40 o más años cotizados", dice Europa Press.
De la misma forma "para conseguir la misma tasa de reemplazo con una carrera laboral de 35 años se deberá demorar la jubilación hasta los 68 años. (...) En el caso de los jóvenes que solo hayan podido cotizar 30 años, se pasaría de una tasa de reemplazo del 77,1% actual a un 75,3%, para los que se jubilen en 2065".
Así, con 30 años cotizados, tal y como prevé el informe para la mayor parte de los jóvenes, la jubilación se pospondría hasta los 71.
Las reformas adicionales podrían agravar el problema
La "tasa de reemplazo" es un indicador que mide la relación entre la pensión de jubilación que recibe una persona y el salario que tenía antes de retirarse. En el caso de la jubilación de los jóvenes, esta decae progresivamente.
"Si se aprobaran reformas adicionales para eliminar un posible exceso de gasto en pensiones, se provocaría una reducción de la tasa de reemplazo, que se situaría entre los 10 y los 20 puntos porcentuales sobre la actual, en función de los años cotizados", indican desde Europa Press.
Esto quiere decir que todos los jóvenes que hayan cotizado 30 años optarían a una pensión que sería algo más de la mitad de su último salario. "Es decir, una tasa de reemplazo del 57,6%, frente al 77,1% de las personas que se están jubilando actualmente con ese mismo número de años cotizados".
De la misma forma, aquellos que sumaran 35 años cotizados, la tasa de reemplazo sería del 70,2%, frente al 87,5% actual y para las personas que lograsen cotizar 40 años, la caída sería de 10 puntos porcentuales (80,2% frente al 90,6% actual).
Según informa Europa Press, la jubilación de estos jóvenes también se verá afectada por las reformas recientemente introducidas en el sistema de pensiones, pero cuya implantación total se producirá más allá de 2050. Así, con la última reforma de pensiones, deberán realizar un mayor esfuerzo de aportaciones a la Seguridad Social para recibir una pensión con una tasa de reemplazo dos puntos porcentuales más baja que la actual.
El mecanismo de equidad intergeneracional y la llamada cuota de solidaridad para los salarios más altos elevarán las cotizaciones. Lo que se traducirá en una menor renta disponible durante la etapa activa. Sin embargo, dado que el sistema español solo tiene en cuenta la base de cotización y no el tipo, este esfuerzo adicional no conllevará una mejora en la prestación recibida.
De esta forma, debido a las reformas ya aprobadas, los jóvenes tendrán que asumir un mayor esfuerzo en cotizaciones, especialmente por el mecanismo de equidad intergeneracional y la cuota de solidaridad en salarios altos. Esto reducirá su salario neto, pero no aumentará su pensión, ya que solo cuentan las bases de cotización, no el tipo.