No marca goles ni da asistencias, pero es uno de los fichajes del Deportivo más mediáticos de esta temporada. Se llama Oito (Burgos, 30 de abril de 2025) y llegó al club en julio y, con solo medio año de vida, se ha convertido en el rey del Dépor Training Center. Este labrador retriever es ya un miembro indiscutible de la plantilla blanquiazul, por lo que desde Quincemil hemos querido conocer más sobre este cachorro que ha revolucionado Abegondo.
Para conocerlo mejor, nos hemos colado en las instalaciones de la ciudad deportiva y hemos hablado con su dueño. Sí, dueño, porque aunque forme parte del día a día del club, en España es obligatorio por ley que los perros tengan un propietario registrado. Así llegamos hasta José Núñez, responsable del Dépor Training Center. Oito nos recibe después de acompañar al primer equipo en su entrenamiento y no duda en regalarnos sus mejores posados.
"¿Cómo surgió la idea de traer a Oito al club?", le pregunto a José. El técnico explica que, cuando se decidió trasladar las oficinas de la Plaza de Pontevedra a la ciudad deportiva, pensaron que la presencia de un perro podría aligerar la carga de trabajar todos en un mismo espacio. "Y encajó muy bien porque rompe la rutina de cualquiera. No importa que seas un jugador, el director de finanzas o de la cantera", explica.
Lo cierto es que Oito tiene a todo el personal y jugadores del Dépor Training Center a sus pies. No tiene ningún problema en pasearse por "su casa" en busca de comida, mimos o algún compañero de juegos. "Como buen labrador siempre está pendiente de comer. Es insaciable", cuenta Núñez entre risas. Y también de idear alguna que otra travesura, como robar bocadillos a los jugadores del Fabril o morder alguna bota: "La última ha sido romper el chándal del entrenador del Dépor Abanca, Fran Alonso, mientras hacíamos unas fotos".
Oito en los campos del Dépor Training Center en Abegondo
A pesar de pasar el día entero en la ciudad deportiva, por las noches Oito se marcha a su otra casa con José. Y por supuesto, tiene una rutina bastante marcada: "Por las mañanas lo saco de paseo al parque, le doy su desayuno y lo preparo para venirnos a Abegondo. Una vez aquí, el trabajo es compartido, todos me ayudan a cuidarlo. Va a los entrenamientos y, cuando termina la jornada laboral, me lo llevo a casa, vuelve a comer, se echa buena siesta y lo saco otra vez de paseo antes de dormir".
"Su última travesura ha sido romper el chándal del entrenador del Deportivo Abanca, mientras hacíamos unas fotos"
Su nombre representa la búsqueda del Dépor de su octavo título y, como el fan número uno del Dépor, Oito acude a los partidos que juega en Abanca Riazor para animar a sus amigos. Llama la atención lo tranquilo y relajado que se muestra ante miles de aficionados. "Él está en una sala en la que el ruido no le afecta tanto y allí tiene todo. Su agua y un espacio en donde va a estar cómodo. Cuando lo sacamos a la gente le hace muchísima ilusión verlo", dice Núñez.
Pero no todo iba a ser comer y jugar, su dueño explica que, dos veces por semana, un adiestrador acude a Abegondo para trabajar con él. "Oito se lleva muy bien con todos los integrantes del club, incluso con aquellos a los que no les gustan mucho los animales", señala José. Y es que no hace falta más que echarle un vistazo a su carita para caer presa de su hechizo. "El perro siempre está feliz, así que nosotros pasamos un buen rato cuando nos lo encontramos por las instalaciones", concluye.
No hay duda de que Oito ha llegado al Dépor para quedarse en el corazón de los deportivistas y formar para siempre parte de la historia del club.
