Este miércoles 22 de enero es un mal día para el deportivismo, un momento que muchos pensaron que nunca llegaría pero que para tristeza de muchos se ha cumplido: la marcha de Lucas Pérez.
El conocido cariñosamente como "o neno de Monelos" se ha ganado el respeto eterno del deportivismo con su "bajada al barro", aportando una gran cantidad de dinero de su propio bolsillo y bajando dos categorías (de Primera División a Primera RFEF) con la promesa de devolver al que él mismo denomina como el "club de su vida" al fúbtol profesional. Y lo consiguió.
La llegada de Lucas Pérez hace dos años al club blanquiazul fue recibida con júbilo por miiles de aficionados deportivistas que acudieron a su multitudinaria presentación en el estadio de Riazor y fue él quien dirigió al equipo por el mejor camino hasta alcanzar el ansiado ascenso a Segunda División tras cuatro años de pesadilla.
Fue uno de los grandes protagonistas de las numerosas jornadas de celebración de esta hazaña que se vivieron en A Coruña y que hicieron vivir a los deportivistas un sueño que llevaban mucho tiempo ansiando.
Ahora, principalmente por "motivos personales" que no le hacían estar al 100%, además de no sentirse todo lo respaldado que le gustaría por el club en estas circunstancias, han motivado esta decisión que supondrá un duro golpe anímico para la afición.
El coruñés estaba a dos partidos de la renovación automática según figuraba en su contrato, pero decidió ser honesto, como él mismo ha comentado este miércoles en una rueda de prensa, y transmitir al club sus sensaciones, lo que ha motivado esta salida a mitad de temporada con un Deportivo alejándose progresivamente de los puestos de peligro de la tabla.
Durante el día se están sucediendo los gestos y muestras de cariño de compañeros de equipo, afición y medios hacia este mítico jugador que ya forma parte de la historia blanquiazul y los principales han sido los siguientes:
Deportivo: Pasillo y placa de honor
Esta mañana ha sido gris en Abegondo, donde Lucas Pérez se ha presentado a la hora programada para el entrenamiento, y allí ha firmado su rescisión de contrato y se ha hecho oficial su desvinculación del club.
Una separación de caminos que ha supuesto un mazazo para el vestuario y demás componentes del club, por lo que jugadores y trabajadores del equipo decidieron hacerle un pasillo de homenaje que el jugador ha recorrido emocionado en el estadio de Riazor mientras todos aplaudían.