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El presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), el gallego Rafael Louzán, ha sido designado este jueves para formar parte del Comité Ejecutivo de la UEFA, según se decidió en el Congreso del organismo celebrado en Belgrado. De este modo, el fútbol español recupera un puesto en el órgano de decisión del ente rector del fútbol continental después de no haber tenido representación desde que Luis Rubiales tuviese que dejar su sitio y el de vicepresidente tras su inhabilitación a raíz de su beso a Jenni Hermoso tras la final del Mundial Femenino de 2023.

Louzán, máximo mandatario de la RFEF desde el pasado 16 de diciembre, fue designado como uno de los dos miembros para el Comité Ejecutivo de la UEFA por un período de dos años junto al israelí Moshe Zuares, superando en la elección al letón Vadims Lasenko, al ucraniano Andrii Shevchenko y al maltés Bjorn Vassallo. Por otro lado, fueron reelegidos por cuatro años el italiano Gabriele Gravina y el alemán Hans-Joachim Watzke, y elegidos la noruega Lise Klaveness, el croata Marijan Kustic, el finlandés Ari Lahti, el armenio Armen Melikbekyan, el neerlandés Frank Paauw y el estonio Aivar Pohlak, mientras que Claudius Schäfer también fue ratificado como representante de las Ligas Europeas por un periodo de cuatro años. Para el Consejo FIFA, fueron reelegidos el rumano Razvan Burleanu, el chipriota Georgios Koumas, el alemán Bernd Neuendorf y el montenegrino Dejan Savicevic, y elegido como nueva miembro la belga Pascale van Damme. Finalmente, David Gill, Karl-Erik Nilsson y Karl-Heinz Rummenigge fueron elegidos miembros honorarios del Comité Ejecutivo "en reconocimiento a sus importantes contribuciones a la UEFA y al fútbol europeo durante años de servicio".

Salto a la RFEF tras casi once años en la RFGF

Rafael Louzán Abal dio el salto a la presidencia de la Real Federación Española de Fútbol tras tomar posesión en 2014 del cargo de presidente de la, por entonces, Federación Gallega de Fútbol, que se convirtió en Real bajo su mandato. Tras casi tres legislaturas al frente del fútbol gallego sin oposición, fue sustituido por un hombre de su confianza como Pablo Prieto, diputado autonómico y anteriormente máximo responsable del fútbol sala tras la integración de esta disciplina.

El pasado mes de febrero, el Tribunal Supremo confirmó la anulación de la condena que pesaba sobre él de su etapa como presidente de la Deputación de Pontevedra, que acarreaba inhabilitación para desempeño de cargo público. Esta condena fue uno de los argumentos del gobierno de España para oponerse, en primera instancia, a su figura como presidente de una Federación muy polemizada tras la presidencia de Luis Rubiales y con su primer sucesor, Pedro Rocha, inhabilitado.

Louzán se ha propuesto como primer objetivo pacificar el fútbol español, con una remodelación del sistema de arbitraje, del modelo de organización del fútbol sala, la solución a los problemas de las licencias UEFA de entrenadores académicos que denunció CENAFE durante varias legislaturas sin éxito a través de su director, Miguel Galán, o la normalización de las relaciones con LaLiga con la inclusión de Javier Tebas, presidente de la patronal, en su junta directiva.