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La historia continúa. Esta mañana nos despertábamos con la noticia del regreso de la histórica librería Lume un año después de su cierre. Sin muchos más datos, el comercio anunciaba su retorno en una publicación de Instagram, prometiendo "más información próximamente". Nadie se esperaba una segunda parte. Hablaban de un cierre definitivo, algo que no pudo soportar el escritor Rober Cagiao, quien supo que era el momento de devolverle a la ciudad uno de sus bienes más preciados: el amor por la lectura.

"Fue un flechazo directo con el espacio y con su esencia", reconoció el escritor a Quincemil. Él, junto a su hermana y su madre, darán una segunda vida a Lume, recuperando la esencia con la que abrió hace casi medio siglo: un nuevo espacio cultural para que la gente pueda disfrutar de los secretos que la lectura esconde. Tras visitar el local donde Lume vivió su última etapa, ya no hubo dudas. "Paula –la antigua dueña– nos dio todas las facilidades. Teníamos claro que queríamos recuperar esta historia".

Tal y como ha adelantado el escritor, Lume abrirá sus puertas la primera semana de diciembre, con las obras ya en marcha y una programación inaugural que busca situar al local como un nuevo referente cultural de la ciudad. "Queremos que sea un centro cultural. Que la gente venga no solo por libros, sino a disfrutar la cultura", explica Cagiao.

El espacio contará con presentaciones y firmas de libros, talleres literarios y de otras temáticas, además de clubes de lectura, con el propósito de fortalecer la comunidad lectora de A Coruña. Un espacio familiar, no solo por las personas que están detrás del proyecto, sino por la vinculación del librero con la editorial Calacán. Tanto Rober como Yago, quien estará detrás del mostrador, comparten la editorial Calacán. Si bien, en este espacio no habrá favoritismos, ya que habrá espacio para todas las casas literarias.

La "despedida" de Lume

El cierre de Lume en 2024 dejó un vacío emocional entre lectores y en el ecosistema cultural de la ciudad. "Fue una pena… tristeza", recuerda Cagiao, convencido de que su reapertura devolverá a la ciudadanía un punto de encuentro único: “Ojalá que sea por muchos años”.

La reforma será mínima para mantener la identidad del espacio. Solo pintura, iluminación y pequeños ajustes. "No lo vamos a tocar para no quitar la esencia de lo que era Lume", asegura. Quedará así reconocible, con la calidez que tantos lectores recuerdan… y con algunas sorpresas que se desvelarán pronto.

Tras un año de silencio absoluto, Lume vuelve a brillar. Un proyecto familiar, con aires renovados y la misma misión que lo vio nacer: que los libros sigan encendiendo la ciudad. La llama nunca se apagó. Solo estaba esperando para volver a avivar su luz.