Cuando fallece una celebridad reviven los recuerdos de aquellos lugares en los que ha vivido o por los que en algún momento de su vida ha pasado, aunque solo fuera un día o unas horas. El escritor y premio Nobel Mario Vargas Llosa, fallecido el domingo 13 de abril a los 89 años, estuvo tres veces en A Coruña, la última en 2019, invitado por la Universidade da Coruña.
Fueron dos días, el 24 y 25 de marzo, en los que se celebró un seminario internacional con expertos en su obra organizado por la Facultade de Filoloxía. Él mismo participó, fue entrevistado, habló con alumnos de un colegio coruñés, visitó la librería Arenas y recorrió un tramo del Camino Inglés a su paso por Culleredo.
En A Coruña y en el municipio vecino recuerdan bien aquella visita histórica, que no fue la primera ni a la ciudad o la comarca. En 1982 Vargas Llosa había cubierto como periodista los partidos de la selección de su país, en la fase de grupos del Mundial de fútbol, en el que Perú empató sin goles ante Camerún y perdió por 5-1 ante Polonia en el estadio de Riazor (en Vigo empató 1-1 frente a Italia). Y años después fue invitado por Inditex a conocer las instalaciones de la compañía textil en Arteixo, donde habló con Amancio Ortega.
Manuel Arenas, a la derecha, y su hijo Fernando, flanquean a Mario Vargas Llosa en la librería Arenas en 2019.
En 2019, ya con 83 años, recordaba su estancia anterior en A Coruña y la visita que había hecho a una librería, Arenas, a la que regresó. "En el 82 había estado firmando libros. Era un escritor ya conocido con importantes obras. Yo tenía 12 años", rememora Manuel Arenas, propietario de la conocida librería del Cantón Pequeño.
Dedicatoria de Vargas Llosa a Manuel Arenas en 2019 y el escritor firmando libros en Arenas en 1982.
"Fue una mañana muy agradable. El día anterior había preguntado por la librería en la universidad y vino a las 12:00 y se quedó dos horas mirando estanterías y hablando. De su bolsillo compró cuatro o cinco libros y yo le regalé tres: una guía de A Coruña, un libro sobre María Pita y 31 días de mayo. La misión de Leslie Howard, de Elena Galván", cuenta el librero.
"Estuvo encantador. Se interesaba por todo, preguntaba por temas locales. Firmó en el libro de oro de la librería y me dedicó la antigua colección Aguilar con sus obras", repasa Arenas, orgulloso porque su librería la han conocido en persona tres premios Nobel: Vicente Aleixandre (cuando se llamaba Librería Cervantes), Camilo José Cela y Mario Vargas Llosa.
Expertos, alumnos y el Camino Inglés
Antes de ir a Arenas, el escritor estuvo dos días en el seminario de la UDC dedicado a su vida y obras. El entonces rector, Julio Abalde, describe una experiencia "muy agradable": "Estuvo rodeado de amigos y contó muchas anécdotas sobre sus libros y su vida. También habló con un profesor de Literatura de un curso de primero de Bachillerato y sus alumnos. Daba gusto escucharlo hablar sobre cultura o política internacional porque interactuaba con quienes le hablaban de una manera muy próxima".
Vargas Llosa, en el centro entre autoridades camina por el puente romano de Culleredo.
La decana de Filoloxía, María Jesús Lorenzo Modía, lo entrevistó en las jornadas y Abalde acompañó después a Vargas Llosa a Culleredo. Allí coincidió, entre otros, con el alcalde José Ramón Rioboo, que lo recibió en O Burgo, y el entonces conselleiro de Cultura, Román Rodríguez, que le entregó un ejemplar del Códice Calixtino. El novelista preguntó por la tradición xacobea y la historia del Camino de Santiago, y junto a las autoridades presentes recorrió un tramo del Camino Inglés y paseó por el puente romano.
Fuentes de aquel encuentro, que fue "rápido", cuentan que Vargas Llosa caminó hasta la iglesia y quedó "maravillado" por el entorno. Fue una huella más del paso de un premio Nobel por A Coruña y por Galicia.