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Matka: La marca gallega que elabora prendas versátiles, atemporales y con alma en Nepal

Esta firma que nació a raíz de un viaje de Cecilia Portela Silvestre al país asiático apuesta por las fibras naturales y el trabajo artesanal, cuidando al detalle los botones de asta y hueso de búfalo o el teñido con semillas y piel de aguacate y huyendo de la superproducción con una única colección que se nutre de diseños inspirados en el propio material
El proceso de hilado de la seda que realiza uno de los trabajadores de Matka en Nepal.
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El proceso de hilado de la seda que realiza uno de los trabajadores de Matka en Nepal.
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Matka nació durante el primer viaje que su fundadora, Cecilia Portela Silvestre, realizó a Nepal. Y Nepal es precisamente el alma de este proyecto asentado en Santiago de Compostela que la también directora creativa de la firma cuida al detalle, con prendas versátiles, únicas y atemporales con las que reivindica el trabajo artesanal y el uso de las fibras naturales.

Portela aterrizó por primera vez en el país asiático en 2014. "Siento mucha atracción hacia los tejidos y el origen de las cosas en general. En Nepal pude ver y tocar por primera vez diferentes tipos de sedas que se alejaban mucho de la concepción que solemos tener de la seda", explica la creadora de este proyecto personal de creación textil.

Las sedas a las que pudo acceder la santiaguesa durante su estancia en Nepal eran gruesas, rústicas, "con texturas algodonosas, lanosas" y algunas, incluso ásperas. Un material que la dejó totalmente fascinada y que transformó junto a un sastre con el que había conectado en el primer diseño de la firma.

"Le encargué un abrigo en uno de esos tejidos y el resultado me gustó tanto que me inspiró para crear otras prendas. En ese momento, decidí cambiar mi billete de vuelta y extender mi visado y mi estancia en Nepal. Confeccionamos 10 abrigos que mostré en la galería de una amiga a mi regreso. Tuvieron muy buena acogida", explica la emprendedora sobre las prendas que marcarían el inicio de Matka.

Y es que solo cuatro meses después, la fundadora de la firma estaba de regreso en Nepal para buscar proveedores con los que poder trabajar desde la distancia. Así, tan solo nueve meses después de que la gallega aterrizase por primera vez en Kathmandu, nacía Matka, un proyecto de vida que no ha dejado de sorprender a su creadora.

Sorpresas que se reflejan incluso en el nombre de la firma. "Matka es un tipo de seda rústica tejida en telar manual, es de ahí de donde viene el nombre de la marca. Posteriormente, me enteré de que Matka significa 'madre' en polaco, 'viaje' en finlandés y 'útero' en macedonio, lo cual fue un descubrimiento muy grato, casi mágico", explica Cecilia Portela Silvestre.

Evita la superproducción y reutiliza los recortes sobrantes

"La filosofía de Matka es una extensión de mi forma de hacer las cosas y de ver el mundo. Valoro y respeto enormemente el trabajo artesanal", explica la fundadora de la marca, cuyo crecimiento se basa en el aprendizaje y la progresiva mejora de calidad, no en números.

Esta firma gallega, además, huye de la superproducción. "Todas las prendas están disponibles durante todo el año, ya que existen diferentes climas y dos hemisferios. Hay prendas que por el motivo que sea pueden tardar más en venderse. No pasa nada. Se mantienen en la web y tarde o temprano llega la persona indicada para ellas", explica Portela.

Las piezas con pequeños defectos se destinan a la sección de Segundas Oportunidades de la web al mismo tiempo que la firma busca generar la menor cantidad de residuos posible mediante la conservación de los recortes de tela sobrantes y su uso en prendas diseñadas a propósito. Todo el packaging de Matka, además, es biodegradable y/o reutilizable, ya que la firma tiene entre sus premisas promover un consumo consciente y responsable.

Vestido de lino teñido con granada y tela sobrante incluida en la venta (Cedida).

"Nunca he calificado Matka como una marca sostenible, si bien la forma que tenemos de producir, tanto a nivel medioambiental como humano, se podría considerar sostenible tal y como se utiliza este calificativo actualmente", explica la responsable de la firma, que considera que "sostenible" es un término relativo y que hay varios grados: "A estas alturas de explotación y de abuso hacia los recursos naturales, creo que se es demasiado permisivo a la hora de etiquetar ciertas prácticas o marcas como sostenibles".

Una única colección que se nutre de diversos diseños

"Trabajamos con telas tejidas de las dos formas, en telar mecánico y en telar manual. Personalmente, siento adoración por los tejidos elaborados de manera artesanal. Tienen vida, alma, una presencia especial, diferente a aquellos elaborados mecánicamente", indica la responsable de la firma, que considera que esta es una forma de acercarse al origen.

Elaboración de los botones de Matka (Cedida).

Todas las prendas de esta firma gallega están elaboradas con fibras 100% naturales: seda, algodón, lino, cáñamo, lana, cashmere y, en ocasiones, de ortiga, bambú y banana. Los botones, además, están hechos con asta y hueso de búfalo de agua recogidos a las orillas de los ríos y el teñido se realiza, entre otros, con semillas, piel de aguacate o plantas medicinales.

Portela trabaja con una única colección que se nutre con nuevos diseños según van apareciendo materiales con los que le gustaría trabajar. Así, el único proceso creativo que tiene sentido para esta emprendedora es el que fluye con la propia prenda y el material con el que se confecciona, huyendo de la imposición de sacar nuevos modelos cada determinado tiempo y dejándose llevar por la intuición.

"No me asusta que un diseño se lleve repitiendo desde el 2017, por ejemplo. De hecho, en la descripción de cada producto se indica cuándo se creó por primera vez. Intento llevar un ritmo de trabajo con el que me siento cómoda y que no esté condicionado por normas establecidas como, por ejemplo, el calendario de colecciones", explica la fundadora de la marca.

Matka está formada por un pequeño equipo con el que Portela lleva años trabajando y al que está enormemente agradecida, ya que se cuida y apoya mutuamente. "Yo ideo todos los diseños; Binod crea el patrón y corta; Raju y Sangeeta cosen las prendas; Ashmi las supervisa; Ajay hace los ojales; y Ram cose los botones, plancha y dobla las prendas para después empaquetarlas. Ramesh se encarga de enviarlas", explica la fundadora de la firma.

Prendas atemporales y versátiles

Atemporales, versátiles y cómodas, las prendas de Matka no tienen fecha de caducidad. "No se devalúan con el paso del tiempo; yo diría que en algunos casos más bien todo lo contrario", explica la diseñadora de unas piezas dirigidas a todas aquellas personas que se sientan atraídas por ellas, sea por el diseño, el tejido o ambos.

Conjunto en algodón tejido en telar mecánico (Cedida).

"Los diseños más veteranos, por decirlo de alguna forma, y que siguen atrayendo, son los abrigos oversize, las faldas y los pantalones maxi o de cintura elástica. Las chaquetas y sobrecamisas con bolsillos delanteros y trasero gustan mucho también", explica Portela sobre las prendas más populares.

Matka cuenta desde hace un par de años con una línea de accesorios que buscan hacerle la vida más fácil a quien los lleve, como el Carrier Vest que sustituye al bolso y permite llevar lo esencial sin preocupaciones ni ataduras. Un cambio al que se sumarán próximamente diseños con un tallaje más diverso para llegar a un público más amplio.

Portela trabaja con tiendas físicas de España, Estados Unidos, Canadá, Suiza y Holanda que tienen una pequeña selección de la colección, que también puede encontrarse en la web de Knitbrary. La mayor parte de las ventas, sin embargo, se realizan online a países como Estados Unidos, Canadá, Reino Unido y España. Y es que este proyecto que une Santiago y Nepal no entiende de fronteras.

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