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La historia del casco histórico de Santiago de Compostela en cinco calles

Los nombres de las calles cuentan parte de la historia, usos y costumbres de la ciudad
Rúa do Olvido, en Santiago.
Rúa do Olvido, en Santiago.

Paseando por el casco histórico de la capital gallega uno puede disfrutar de la belleza que supone mirar para las fachadas de las casas o incluso para el empedrado que hay bajo nuestros pies. También es sencillo dejarse atrapar por el sonido de la lluvia o incluso por ese color gris que transforma los colores compostelanos. 

Pero hay algo en lo que seguro que muchos no han reparado y está ahí, dando nombre al lugar por el que pasamos: los nombres de las calles que recorremos. Hoy proponemos destacar cinco nombres de calles curiosos para conocer su origen toponímico. Quédense que este recorrido comienza.

Rúa do Preguntoiro

Rúa do Preguntoiro.

Al igual que a otras ciudades, a Compostela llegaban mercancías con las que los comerciantes trabajaban. Algunos de ellos intentaban engañar a los compradores inflando los precios según les convenía. Intentando que esto no sucediera, el arzobispo Xelmírez decidió que los precios tenían que ser oficiales, desde los alimentos a los objetos.

Esos precios oficiales eran pregonados en la que hoy se conoce como Rúa do Preguntoiro (en la plaza de Cervantes estuvo instalado el primer ayuntamiento de la capital).  Aunque allí se pregonaba, los precios se daban a conocer porque la gente preguntaba y ahí encontramos el origen de la rúa.

Rúa da Caldeirería

Vista de la Rúa da Calderería.

La continuación de Preguntoiro es precisamente la Caldeirería y en este caso encontramos el origen de su nombre en el oficio que se daba de forma mayoritaria en estos metros. Compostela era y sigue siendo un lugar de residencia para grandes artesanos. En esta calle se ubicaban los maestros de la artesanía en metal, los cuales hacían lecheras, barriles y demás menaje.

Como curiosidad, sepan ustedes que antaño estaba dividida en dos: Callobre (con elaces a las plazas de Fonte Seca y Universidasd) y la citada Caldeirería.

Rúa do Olvido

Entrada al parque de Belvís por la Rúa do Olvido.

Si hay una cosa que no queremos bajo ningún concepto es que llegue un día en donde nos falle la memoria y caigamos en el olvido, eso está claro. Pero volviendo a lo que nos ocupa, la Rúa do Olvido, que conecta el Pexigo con Sar.

Esta calle esconde una historia de amor imposible ya que según cuenta la leyenda, hace unos tres siglos, un terrateniente que tenía una hija muy bella habitaba en esas tierra. La joven se enamoró de un pobre campesino que nada le gustaba a su padre. El hombre decidió construir una casa con un patio, haciendo así que su hija permaneciese allí encerrada intentando que se olvidase de su enamorado.

Rúa da Orfas

Rúa das Orfas.

En el siglo XVI Juan de San Clemente compró al Cabildo una casa situada en la Rúa de Callobre (citado anteriormente) con la idea de levantar un edificio que acogiera a doncellas huérfanas. El hombre tenía en mente que en esas instalaciones las mujeres aprendiesen labores básicas para el matrimonio. 

De ese primer edificio no queda hoy nada, ya que en el siglo XVIII con las ruinas que se conservaban se empieza la labor de levantar la Iglesia das Orfas, levantada por Melchor Velasco en 1664.

Travesa da Pescadería Vella

Travesa da Pescadería Vella.

Este pequeño callejón da acceso a la Praza da Pescadería Vella cuyo nombre se lo debe al mercado que estuvo allí hasta el siglo XIX y que se celebraba al aire libre. Todas las plazas que se localizaban intramuros tenían los nombres de los productos que se vendían allí.

Es una de las plazas con más ambiente de Compostela en cuanto los rayos de sol salen a honrarnos con su presencia y además, su cercanía con el actual Mercado de Abastos hace que tengamos presente parte de su pasado.

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