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Noa Rey, farmacéutica de Ferrol: "Creció la demanda de yodo por temor a un ataque nuclear"

La profesional, titular de la farmacia de la Avenida de Esteiro, advierte a la ciudadanía sobre los riesgos de este tipo de prácticas y analiza los motivos por los que las presentaciones de yodo disponibles en farmacias "no son las que se utilizan en caso de amenaza nuclear"
La demanda aumentó en los últimos días.
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La demanda aumentó en los últimos días.
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Noa Rey, farmacéutica ferrolana, apunta a Quincemil como en los últimos días "se ha disparado la cantidad de personas que acuden a la farmacia buscando yodo ante el temor de un ataque nuclear". La titular de la farmacia de la Avenida de Esteiro pone de relieve los riesgos que entrañan este tipo de prácticas y deja patente que este tipo de presentaciones de yodo "no te salvarán de Putin".

La profesional desgrana los motivos por los que este tipo de acciones pueden resultar perjudiciales para la salud y pone el foco en los riesgos de la "desinformación", emplazando a la ciudadanía a consultar con fuentes expertas con autoridad en la materia.

Rey expone, en primer lugar, las funciones que tiene el yodo que, detalla, "es un nutriente necesario para que las células puedan transformar los alimentos en energía" y pone el foco en la importancia de este nutriente para un normal funcionamiento de la tiroides y de la producción de hormonas tiroideas.

El yodo, determina esta farmacéutica ferrolana, está presente de forma natural en determinados productos alimentarios como "los lácteos o la sal yodada" y las necesidades de yodo "varían en función de la edad", siendo necesaria una suplementación en determinados supuestos como, por ejemplo, el embarazo.

El yodo de las farmacias

Esta profesional explica que las presentaciones de yoduro potásico que se pueden adquirir en farmacia requieren de receta médica para su dispensa y se indican para personas con déficit de yodo o embarazadas. No obstante, es clave entender que este tipo de soluciones no son aptas para combatir una amenaza nuclear.

El "yoduro potásico protege a la glándula de la tiroides impidiendo que absorba yodo radiactivo", aunque, señala Rey, "no nos protege del daño que el yodo puede hacernos en el resto del nuestro organismo".

De este modo, la profesional farmacéutica alerta de que, ante este tipo de supuestos, existe un protocolo preventivo según el cual "tras un ataque nuclear se administran, antes del transcurso de 6 horas, unas cápsulas que contienen entre 65 y 30 miligramos de yoduro potásico".

La presentaciones disponibles en farmacia contienen entre 100 y 200 microgramos de yoduro potásico, con lo que, determina Rey, "tendríamos que tomarnos más de 1.000 comprimidos para igualar las dosis que se administran en caso de ataque nuclear".

Los riesgos del consumo

La farmacéutica ferrolana insiste en la importancia de no recurrir a este tipo de prácticas y desgrana 3 motivos clave, empezando por un posible desabastecimiento perjudicial para aquellas personas que verdaderamente requieren de presentaciones de yodo.

Además, destaca Rey, "el yoduro potásico no es inocuo" y una sobredosis puede provocar efectos adversos como "urticaria, fiebre, trastornos de sangre, náuseas, vómitos, diarrea tirotoxicosis, angioedema e, incluso, coma".

Sentencia esta profesional que ante una auténtica amenaza nuclear, la menor de las preocupaciones será "vuestra tiroides". Emplaza, así, a la ciudadanía a no dejarse llevar por el pánico y evitar caer en los riesgos de la "desinformación", acudiendo a fuentes fiables de referencia en caso de duda.

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