Alfonso Rueda aprovechó la última reunión del Consello da Xunta antes del parón estival para lanzar un mensaje directo al Gobierno central: es urgente ejecutar ya el rescate de la AP-9.
El presidente gallego presentó un informe actualizado que cifra en 2.356 millones de euros el coste que tendría liberar la principal autopista de Galicia, y advirtió que "canto máis pase o tempo, máis caro vai ser".
Rueda recordó que los gallegos han asumido en los últimos años un encarecimiento notable de los peajes. "Desde 2021, as tarifas aumentaron un 40 %, o que supuxo un incremento da recadación para a concesionaria a costa dos usuarios", denunció.
Esta subida ha sido recientemente puesta en entredicho por la Comisión Europea, que según el presidente, "acaba de confirmar que este modelo de subida é ilegal", en referencia al marco de concesión actual.
El titular de la Xunta insistió en que la transferencia de la autopista y su rescate no es solo una cuestión económica, sino también de equidad territorial, seguridad vial y cohesión social.
Según el informe presentado, la gratuidad de la AP-9 reduciría en un 70 % el tráfico que actualmente pasa por las carreteras convencionales entre Ordes y Sigüeiro, lo que, en su opinión, tendría un impacto directo en la seguridad viaria, al desviar buena parte del tráfico pesado hacia la autopista.
Asimismo, señaló que incrementar el uso de la AP-9 reduciría la presión sobre muchas vilas gallegas, que ahora soportan un flujo de vehículos que podrían estar circulando por vías de alta capacidad. "Non é razonable que os galegos sigamos pagando máis que ninguén por unha infraestrutura que é vital para a mobilidade interna do país", sostuvo.
