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La siniestralidad en los conductores de motocicletas va camino de convertirse en un verdadero problema social, según el estudio de la Fundación Línea Directa "accidentalidad, lesividad y percepción en los motoristas españoles".

Las cifras hablan por sí solas: en los últimos 10 años (2014-2023), más de 4.000 motoristas perdieron la vida en accidentes de tráfico en las carreteras españolas, con un incremento del 44% en el número de fallecidos. Además, otros 330.000 resultaron heridos, de los cuales más de 31.500 (+8%) fueron hospitalizados.

En el caso de Galicia, se han registrado 217 accidentes mortales en el mismo periodo, con 205 motoristas fallecidos. Asimismo, Galicia registró en la última década 8.405 heridos, 1.558 de los cuales tuvieron que ser atendidos en un hospital. En cuanto al número de accidentes mortales con motocicletas o ciclomotores implicados, la evolución es francamente negativa.

Los siniestros mortales con vehículos de dos ruedas implicados aumentaron un 59% durante la década, un porcentaje que asciende al 74% en el caso concreto de las motocicletas. Un incremento muy superior al experimentado por los accidentes mortales con turismos implicados, que crecieron un 21% en el mismo periodo.

Este informe está elaborado por Fundación Línea Directa en colaboración con Centro Zaragoza. El informe, que analiza todos los accidentes en motos registrados entre 2014 y 2023 a 30 días del siniestro, se completa con una encuesta realizada a 1.700 motoristas, mayores de 18 años, de toda la geografía española que recoge sus opiniones y sus hábitos en la conducción.

El perfil del accidentado

Según este texto, se trata de un hombre de mediana edad, de entre 40 y 50 años, que conduce una motocicleta y que fallece por una salida de vía en una carretera interurbana, en fin de semana y en el mes de julio.

Aunque los motoristas son, en general, un colectivo responsable que cumple las normas, su vulnerabilidad castiga especialmente las imprudencias. En el 29% de los siniestros mortales con motos implicadas el conductor superaba la velocidad permitida, en el 12% el motorista no llevaba casco y en el 8% circulaba sin permiso en vigor.

Además, en 2023, más de la mitad de los motoristas fallecidos (53%) dieron positivo en alcohol, drogas o psicofármacos.

Las sanciones también parecen ir en aumento, ya que a lo largo de la década se han incrementado un 30%, superando los 1,1 millones. Las más frecuentes son circular sin la ITV del vehículo en vigor (29%), el exceso de velocidad (17%) y conducir sin el permiso de circulación vigente (14%).

Las razones pueden ser variadas, a juicio de los autores. Como ejemplo ponen el aumento de la presión sobre los infractores o el aumento del parque de motos pueden explicar las cifras registradas.