Pablo Montero hace surf todos los días en las playas Orzán o Matadero en A Coruña, justo delante de su casa. Es campeón gallego y nacional. Este jueves, cuando era la única persona en el mar, fue sancionado por la Policía Local por no atender a agentes municipales cuando le indicaron que no podía hacer surf al estar activa una alerta naranja meteorológica.
El surfista sancionado admite que cruzó el cordón policial que impedía el paso a la playa e incumplió la ordenanza municipal, pero es contrario a la normativa que cierra los arenales cuando hay temporal porque conoce el mar y es un experto surfista. Pide, por ello, una revisión de la normativa, tal como ha solicitado hoy la Federación Gallega de Surf y Bodyboard.
"Las olas venían de dirección oeste-suroeste, el Orzán mira al norte y las olas, con esa dirección, no le entran, por lo que eran pequeñas. No había ningún peligro", explica.
"No puede haber una normativa para la costa gallega cuando cada playa es un mundo. Santa Cristina estaba como un plato, en el Orzán eran de un metro, en Finisterre de cuatro. Se tiene que dejar que sea el propio surfista el que valore su riesgo y nivel, si se mete o no en el mar", defiende Montero.
El profesional del surf insiste en que "antes de cerrar el mar hay que ver el mar". "Puede haber debate si tenemos olas gitanes de cuatro a ocho metros, ahí se puede hablar de riesgos, aunque yo soy partidario de que no se cierren las playas. Pero el jueves en A Coruña no había riesgo, no había viento, hacía sol".
Los surfistas reclaman
La Federación Galega de Surf e Bodyboard ha remitido al Concello de A Coruña y a la Xunta un escrito en el que solicita demandas acerca de su actividad en situaciones de alerta meteorológica. Expone que la aplicación automática del protocolo de suspensión de la actividad cuando hay alerta costera "está provocando la cancelación de numerosos entrenamientos, competiciones y práctica del deporte en general sin que exista un riesgo real" para su actividad.
Los surfistas proponen revisar el protocolo con la incorporación de "criterios específicos para deportes de mar como el surf"; diferenciar entre zonas expuestas y zonas protegidas, "valorando las condiciones reales en cada playa o ría antes de tomar decisiones de suspensión"; y que las federaciones náuticas y de surf participen en la valoración previa a la suspensión de actividades, "aprovechando su conocimiento técnico y experiencia en meteorología aplicada a la seguridad".
