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Un atracador trató de obtener ayer un botín en una joyería de la calle Panaderas, en A Coruña, pero no pudo conseguirlo.

El incidente se saldó sin éxito para el malhechor, transformándose en un susto para los empleados de la joyería Pujó Casal, que fue el lugar donde trató de cometer el ilícito.

El establecimiento pudo retomar hoy la actividad con aparente normalidad y seguir prestando su servicio a los clientes.

A Coruña ha vivido, además, en los últimos días un incremento de la rotura de cristales de vehículos para tratar de apropiarse de productos que se encuentran en los mismos mientras se encuentran estacionados, además de documentación de los autos.