Todo el mundo sabe que la pandemia hizo mella en el sector hostelero. Las terrazas fueron nuestra salvación. Pero para mantener las medidas de seguridad, tuvieron que cambiar su distribución.
"En la Marina pudimos ampliar las terrazas para garantizar que se cumpliera la distancia de seguridad sin perder mesas", asegura Alberto, propietario de La Mansión 1783, que se ha convertido recientemente en uno de los representantes de los hosteleros de la zona.
Sin embargo, con el tiempo esas medidas se mantuvieron hasta el punto de desconocer cuáles son las limitaciones.
Dado que agosto es el mes de los hosteleros, los empresarios aprovechan para sacar el mayor rendimiento a sus negocios. Por eso, si pueden añadir una mesa más, lo hacen. Pero ahí está la Policía Local para evitar que esto suceda.
En los últimos días, varios hosteleros han visto una cantidad inusual de patrullas frecuentar por la zona para comprobar que las terrazas cumplan con la ordenanza municipal. No pueden ocupar más del 50 % de la acera.
Locales como el Sampaio o el Gasthof se han visto obligados a reducir sus terrazas en los últimos días. "Nos hemos quedado casi con las mismas mesas que en pandemia. Nos hicieron quitar unas cinco mesas y juntar las que ya teníamos", explica un trabajador de la franquicia.
Antonio Ruiz, uno de los dueños del Piccadilly, no se ha visto afectado por estas medidas, pero sí ha notado un "mayor control" por parte del Concello. "Los vi pasar y sacar alguna foto", señala.
Por su parte, Jorge, el dueño del bar de Obdulia, también está alerta ante el aumento del control. En su caso, solo ocupa el 40 % de la acera, "por si acaso".
Desde el Concello no reconocen un aumento del control, pero sí admiten que es habitual que los agentes den toques de atención a los hosteleros para que respeten el espacio que les corresponde y no se expandan.
De hecho, el mes pasado, la policía local también comprobaba las terrazas del barrio Pescadería con el fin de preservar la seguridad y el orden en el espacio público. En algunos casos, se demostró no había espacio para que pasara la ambulancia.
A su vez, el representante de los hosteleros de la Marina está de acuerdo con que se tomen este tipo de medidas. Entienden que haya que cumplir ciertas limitaciones y asegura que están abiertos a dialogar con el ayuntamiento si fuera preciso.