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Poco después de desalojar un edificio completo en la calle San Isidoro, esta misma mañana la Policía Nacional se dirigió directamente al número 11 del barrio de la Sagrada Familia, el mismo en el que hace un año los vecinos denunciaban la presencia de un narcopiso.

En cuestión de minutos, una persona salía esposada del portal y entraba en un coche policial sin oponer resistencia. "Es el traficante", comentaban. Fuentes policiales han añadido que en total han sido dos los detenidos por reclamación judicial por asunto de drogas.

En el barrio se sospecha que el segundo detenido sea el hermano del acusado de narcotráfico, aunque los vecinos aseguran que últimamente no lo veían mucho por la zona

Cabe recordar que en abril del año pasado, los vecinos de la Sagrada Familia organizaron una cacerolada para exigir la marcha de los hermanos del barrio, quienes en ese entonces residían en la vivienda con su madre, la propietaria.

Durante meses, habían sido testigos de trapicheos realizados incluso desde la ventana de la vivienda. Al ver que no se tomaban medidas, decidieron actuar por su cuenta. Por un momento parecía que había surgido efecto: se encontró una nota en el portal pidiendo disculpas y prometiendo que no lo iban a repetir. Pero sus palabras pronto cayeron en saco roto.

Un mes después de la protesta, a finales de mayo de 2024, la Policía detuvo a dos personas en ese mismo edificio tras desarticular el punto de venta de drogas. "Pero a los días lo dejaron en libertad", explican en el barrio.

Hoy, en julio de 2025, los vecinos creen que el detenido que vieron salir esposado es el mismo individuo que fue arrestado el año anterior. "Lo de siempre... volverá en breve", lamentan. Aunque afirman que no llegaron a ver a la segunda persona.

Desalojadas 18 personas de un edificio okupado

Aunque por el momento no se ha confirmado si existe relación directa entre el narcopiso y el edificio okupado, la Policía Nacional intervino en ambos escenarios a lo largo de la mañana.

A primera hora, varias patrullas se desplazaron al número 44 de la calle San Isidoro para colaborar en el desalojo de un inmueble en el que vivían 18 personas.

Los ocupantes fueron expulsados uno a uno, saliendo con cajas llenas de pertenencias que tuvieron que dejar en la calle, sin tener claro adónde ir.

Cuando parecía que la intervención había concluido, los agentes se desplazaron al número 11 de la Sagrada Familia, donde procedieron a detener a uno de los hermanos que, según varios vecinos, trafica desde esa misma vivienda.