Menudo susto se llevaron las personas que estaban ayer en el Pazo de A Lagoa, en Bergondo (A Coruña), cuando un camión se empotró contra el muro que da al cuarto de calderas de la propiedad.
Por suerte, nadie salió herido. Ni siquiera el conductor del vehículo, que pudo salir por su propio pie, ileso.
Sucedió en torno a las 15:40 horas de la tarde de este viernes, cuando el camionero se dio cuenta de que le fallaban los frenos y, para evitar chocar con otros vehículos, decidió salirse de la carretera utilizando el freno motor.
Sin embargo, de nada sirvió. Se fue directo contra el muro del pazo, dando a parar en el cuarto de calderas. Debido al impacto, el vehículo dejó un boquete enorme en la pared, llegando a asomar el morro al otro lado de la habitación.
A pesar de que había gente en el interior del pazo, situado a pocos metros de la playa de Gandarío, el accidente finalmente quedó en un susto, causando tan solo daños materiales, aunque bastante costosos.
A la zona se trasladó la Guardia Civil y también un camión con grúa para descargar el vehículo, que transportaba material de obra, ya que toda la cabina quedó incrustada en la pared.