Después de más de cinco años de espera, este miércoles 9 de julio, Pilar Pérez esperaba recuperar su vivienda de el número 3 de la calle Eusebio da Guarda de A Coruña.
La inquilina llevaba desde 2020 sin pagar y, por fin, el pasado mes de mayo, ocurrió algo casi inaudito en este país: se dictó una sentencia para desahuciar a la inquiokupa.
Estaba previsto que hoy a las 10:00 horas de la mañana, funcionarios del sistema judicial timbrasen a la puerta para presentarle una orden de desahucio a la arrendataria. Pero no fue así: al llamar al tercero izquierda, nadie abrió. En estos casos, el procedimiento a seguir es recurrir a un cerrajero, pero eran las 10:07 horas y no aparecía.
La gestora, que era la que tenía la potestad de presentar el acta de lanzamiento a la inquilina -al estar la secretaria judicial de vacaciones-, no quiso esperar. A eso de las 10:10 horas bajaron al portal y anunciaron que suspendían el desahucio. "Tenemos otras cosas que hacer", explicó, a la vez que recriminaba al abogado la ausencia y falta de puntualidad del cerrajero.
La situación provocó un fuerte enfrentamiento entre la funcionaria y el abogado de Pilar. Da Pena intentó convencer a la gestora de que se quedara, pero estos, intimidados por las cámaras de medios de toda España, cruzaron la acera y se fueron directos a los juzgados, situados a tan solo 20 metros del edificio en cuestión.
Decepción total
Tras cinco años de espera, Pilar Pérez se vino abajo. Sabía que esto podía salir mal, pero no se esperaba este giro de los acontecimientos. Para ella, lo peor que podía pasar era tener que entrar a la fuerza, pero ni eso.
Al irse los funcionarios, de nada servía que llegase el cerrajero, aunque fuera tarde. Si entran en la vivienda sin la presencia de un funcionario, podría tratarse de un allanamiento de morada, independientemente de que la inquilina hubiera abandonado previamente el inmueble.
Tras lo sucedido, Pilar Pérez tuvo que abandonar el lugar totalmente decepcionada y con los ojos llenos de lágrimas, mientras que Xaime da Pena intentó por otros medios recuperar la casa. Fue directo al juzgado, en busca de alguna otra solución, pero el responsable de este tipo de actuaciones "estaba de vacaciones". "Para que veáis como funciona la justicia en España", aseguraba el letrado a los medios.
Por el momento, no se sabe si hay alguien dentro de la vivienda. La inquilina podría estar dentro o no. Aunque Da Pena y Pilar piensan que "lo más seguro es que no haya nadie dentro"
¿Cuál es el procedimiento a seguir en estos casos?
Xaime da Pena no había vivido nunca antes una situación así. Y Pilar, que llevaba más de cinco años esperando que llegara este día, no da crédito a lo que está viviendo.
"Ahora tenemos que mandar un escrito de alegaciones explicándolo y solicitar que se vuelva a proceder otro lanzamiento", ecplica Da Pena.
El procedimiento ahora puede durar meses, más de lo normal teniendo en cuenta que en agosto se paraliza el sistema judicial por vacaciones de verano.
Mientras tanto, la inquilina permanecerá en la vivienda de Pilar, a pesar de deberle a esta una suma de dinero que alcanza los "28.000 euros", por impagos de alquiler durante los últimos cinco años.