Una vecina de Cambre (A Coruña) ha sido víctima de una estafa que le costó 4.990 euros, tras recibir un mensaje de WhatsApp que simulaba ser de su hija.
El fraude, conocido como la estafa del "hijo en apuros", llevó a la mujer a realizar varias transferencias bancarias creyendo que estaba ayudando a su hija en una situación urgente.
Este engaño desencadenó una operación de la Guardia Civil que ha culminado con la desarticulación de un grupo criminal asentado en Hellín (Albacete), responsable de varias estafas similares en distintas partes del país.
La investigación, bautizada como Operación GUROS, fue impulsada por el Equipo contra la Ciberdelincuencia de A Coruña, en colaboración con sus homólogos de Albacete.
El grupo estaba compuesto por al menos tres personas. Dos de ellas, jóvenes de 24 y 26 años residentes en Hellín, actuaban como “mulas de dinero”, recibiendo las transferencias de las víctimas.
El supuesto cabecilla, de 26 años y con residencia actual en Valencia, era el encargado de captar colaboradores y dirigir el funcionamiento del fraude. Tanto él como una de las mulas contaban con antecedentes por delitos similares.
Gracias a la denuncia de la vecina de Cambre y a la investigación de los agentes especializados, se logró seguir el rastro del dinero y localizar a los implicados.
Las diligencias han sido remitidas a los juzgados de guardia de A Coruña y Hellín, lugares donde se procedió a la detención de los investigados.
¿En qué consiste la estafa del "hijo en apuros"?
Este tipo de fraude comienza con un mensaje de texto o WhatsApp enviado desde un número desconocido. En él, los estafadores fingen ser un hijo o hija que ha perdido su teléfono móvil y necesita ayuda económica urgente.
Utilizan un lenguaje emocional y convincente para apremiar a la víctima a hacer transferencias o pagos inmediatos.
¿Qué hacer para evitar caer en esta estafa?
La Guardia Civil recuerda que ante este tipo de mensajes lo más importante es verificar siempre la identidad del remitente, contactando directamente con el familiar por los canales habituales.
Si ya se ha producido un pago, se recomienda notificarlo de inmediato al banco, conservar todas las pruebas (mensajes, números, justificantes) y denunciar el hecho ante las autoridades.