La muerte de Maritza a manos de su pareja este domingo en el barrio de la Sagrada Familia de A Coruña aún conmociona a la ciudad ñpor lo brutal del asesinato, dado que la fallecida recibió unas 70 puñaladas que acabaron con su vida.
"A mi hija la acuchillaron sin compasión alguna", lamenta su madre, Ilda Villanueva, en un vídeo que circula por las redes sociales.
Su pareja y ahora asesino ha sido enviado a prisión provisional y sin fianza tras estos hechos y la familia desde Perú y amigos y allegados de Galicia están intentando conseguir soporte económico para sufragar los gastos funerarios y también que los restos de la fallecida descansen en su país de origen, donde viven su hermana, su madre y sus cinco hijos.
Desgraciadamente, uno de ellos viajó el pasado fin de semana desde Perú a Galicia para iniciar una nueva vida junto a su progenitora, pero nunca pudieron encontrarse porque Maritza fue atacada brutalmente siendo la víctima número 14 de violencia de género este año en España.
A través del medio de comunicación peruano ILO Reporte, natural de la provincia donde nació y residía la fallecida, su madre y su hermana han alzado la voz para pedir ayuda y justicia.
"Mi hija viajó a España por un futuro mejor y por sorpresa la mataron el domingo", dijo entre lágrimas la madre, que hizo un llamamiento en busca de financiación económica para traer los restos de su hija a Perú, dado que ella vive en la extrema pobreza, como confirmó la hermana de Maritza.
"Quiero justicia para mi hija"
La familia no tiene recursos y lamentan que "no se dio cuenta con qué clase de hombre tenía una amistad porque era un delincuente", denuncian la madre y la hermana de la mujer asesinada muy unidas en este vídeo.
"Quiero justicia para mi hija", reclama su madre destrozada, que junto a su hermana cuentan que Maritza sufría maltrato físico y psicológico, aseguran que su pareja la tenía intimidada y que les confesó que se sentía sola.
Asimismo, este martes la plaza de las Conchiñas ha sido el lugar de reunión de la comunidad peruana de A Coruña, unas 100 personas que han recordado a Maritza y se han organizado con aportaciones voluntarias y a la espera de las posibles que concedan las autoridades para dar apoyo al hijo de la fallecida que está ahora en Galicia y a su familia en Perú con los gastos derivados de su entierro.
Quienes la conocían la definen como "una persona alegre que no se juntaba con mucha gente pero era conocida por todos" y que en Ilo era responsable de un restaurante de cocina peruana. En Galicia acababa de empezar a trabajar en el sector de la limpieza con la intención de con el tiempo poder traer a todos sus hijos a la comunidad y darles la oportunidad de una nueva vida de la que ella ya no puede disfrutar.