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Sale un rayo de sol y los coruñeses se lanzan a las calles. Pero cuando lo que entra es una ola de calor, la ciudad se entrega por completo: del trabajo a la playa, de la playa a la heladería, y de la heladería a la terraza. Así transcurre el día para muchos coruñeses que aprovechan hasta el último rayo.

Tere, Álex, Jess, Vero y Gris aprovecharon la jornada para reencontrarse después de semanas sin coincidir. "Íbamos a ir a la playa, pero no dejan pasar perras", comentan entre risas.

En su lugar, optaron por una terraza con sombrilla en A Cormelana: mitad al sol, mitad a la sombra, para todos los gustos.

Un grupo de amigas en una terraza en A Coruña Quincemil

"Llega a haber un apagón un día como hoy y no cabe ni un alfiler en las playas", bromean, recordando el último corte de luz que convirtió las calles en una verbena improvisada bajo el cielo despejado.

No habían planeado verse, pero el calor y el cielo azul fueron motivo suficiente para improvisar. Caña en mano, gafas de sol y vestidos veraniegos, se pusieron al día en una tarde que parecía de pleno agosto.

Un poco de playa

Otros prefirieron el plan playero. Paula, Laura y Allan aprovecharon el descanso de su jornada partida en hostelería para comer en la playa.

Un grupo de amigos en Riazor Quincemil

"Tenemos cuatro horas entre turno y turno, así que nos vinimos aquí·, explican. Toalla, bañador, unas patatas y un postre, y ya están en Riazor disfrutando del respiro entre servicios.

Y luego están los que lo tienen todo: Joel, Ana y Ángela, recién liberados de segundo de Bachillerato y sin más obligaciones que disfrutar.

Un grupo de amigos con un helado en A Coruña Quincemil

Después de pasar el día entero en la playa, a las siete de la tarde se acercaron a Bico de Xeado en busca de un helado para cerrar la jornada.

Tiermpo anticiclónico

Con estas temperaturas, nada apetece más que saborear el verano adelantado en las terrazas y arenales de Galicia.

Y lo mejor está por venir: se espera que los termómetros alcancen los 30 grados en los próximos días. Más sol, más playa, más terrazas llenas y más manos sosteniendo helados a punto de derretirse.