Vecinos y empresarios no van a volver a permitir que los okupas regresen a la calle Barrera, en A Coruña. Después de que las llamas estuvieran a punto de llevarse por delante sus hogares, lo único que quieren es que desaparezca el edificio que tantos problemas les ha generado.
Por ello, en cuanto ven algo sospechoso, no dudan en marcar el número de la policía. Esta mañana no tardaron ni un minuto en avisar a las autoridades al ver a los okupas merodeando por allí otra vez.
"Intentaron colarse por el andamio", cuentan sin quitar la mirada del edificio, cubriéndose la cara con la mano para que el sol no les impida ver el estado en el que se encuentra ahora la vivienda calcinada por las llamas.
"Ayer por la noche ya andaban metiendo cosas dentro. Ahora que tienen la ropa ahí, imagino que esperarán a la noche para colarse, porque ahora cualquiera los puede ver", afirman los empleados de un local de hostelería próximo al inmueble.
Todo esto, a pesar de que la policía había tapiado la entrada del edificio, sin imaginarse que podrían utilizar los andamios como acceso.
Por suerte, tanto los bomberos como la Policía Local llegaron a tiempo. "No sabemos si llegaron a entrar", comentan los hosteleros.
"Lo más seguro es que vuelvan", añaden. Los vecinos no descartan que los okupas regresen en las próximas horas. "Se cambian la ropa pensando que no los vamos a reconocer", ríen.
Por su parte, ayer la alcaldesa de A Coruña, Inés Rey, afirmó que los servicios sociales ya se habían hecho cargo de las personas que se encontraban en el interior del inmueble cuando ardió el pasado martes.