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El pleno de A Coruña aprobó de forma inicial la ordenanza municipal para el uso racional y sostenible de las playas del término municipal, tras el debate mantenido por los grupos políticos. Las normas fueron anunciadas la pasada semana por la alcaldesa, Inés Rey, tras una Xunta de Goberno Local extraordinaria.

La concejala de Medio Ambiente, Yoya Neira, tomó la palabra por el gobierno municipal, explicando que este texto excluye a los arenales de la zona de la Torre de Hércules, así como otras zonas de baño al no tener el uso de baño en sentido estricto.

"Se hace de forma tranquila para casar los intereses de los ciudadanos que usan los arenales de la ciudad", explicó insistiendo en la necesidad de convivencia entre esos usos y la adecuación a las nuevas realidades.

Neira incidió en la necesidad de regular el ruido, así como el acceso de los perros y otras cuestiones que han requerido una regulación. "La utilización de altavoces quedará prohibida cuando afecte a la convivencia", explicó al insistir en la necesidad del uso correcto de duchas y lavapies entre otros aspectos. Se prohíbe también la venta ambulante, las acampadas y hacer fuego excepto en la fiesta de San Juan, que quedará sometido a un bando específico.

Con respecto a los perros, queda prohibido el acceso excepto en las zonas específicamente habilitadas durante la época de baño, en concreto la playa de Bens.

El portavoz del BNG, Francisco Jorquera, abrió su turno criticando los plazos en los que se presentó el texto. "No mellor dos casos, non haberá ordenanza ata moi avanzada a actual temporada de praias. A eficacia práctica redúcese a lembrar normas básicas de convivencia porque apenas terá eficacia normativa no verán do 2025".

Sobre el propio texto, el grupo que sostiene el gobierno fijó su posición basándose en que están de acuerdo en el texto, pero recriminó que los arcados "que segue nunha situación de abandono" no hayan experimentado avances. Sugirió, incluso, que se balicen ciertas zonas para diferentes usos de las zonas previstas para el agua o incluso en la zona de arena para que se puedan practicar juegos y deportes sin afectar a las personas que toman el sol. También solicitó más baños, dado que son "insuficientes".

Con respecto al acceso de perros, Jorquera dijo que Bens "ten grandes carencias de servicios. É imprescindible que adecente este areal e estude outras alternativas como pode ser permitir acceso en franxas horarias con pouca asistencia, mesmo se é necesario acoutando zonas e esixindo que cumpran coas súas obriga".

Por parte del PP su edil José Ramón Amado de la Fuente mantuvo una crítica similar a la del BNG con respecto al plazo y su efectividad. "Las playas en Coruña se utilizan todo el año, no son solo para el verano", reflexionó tras insistir en lo que a su juicio es una desproporción entre derechos y deberes, "empoderando al ciudadano con derechos a la par que se le exige responsabilidad".

El PP también se acordó de las personas discapacitadas en cuanto a la accesibilidad a los arenales, un punto que a su juicio echan de menos en el articulado definitivo.

Con respecto a la prohibición de acceso de los perros, criticaron tanto el emplazamiento como la limpieza de Bens además de insistir en que esta medida no va de la mano de ser una ciudad "pet friendly".

"¿Qué medida sanitaria invocan? Si piden que se eliminen las duchas, nos van a dar un trapo para limpiarnos y una bolsa para llevarnos los excrementos? No es una ordenanza pedida para los tiempos actuales", insistió.

"No limiten la limpieza de los arenales a la época estival. La presencia de anzuelos, vidrios y otros elementos cortantes es un peligro para los usuarios. Y más en una ciudad que según nuestra alcaldesa huele a mar en los cuatro costados".

En su respuesta la representante del gobierno, Yoya Neira, reconoció que los tiempos de presentación son tardíos pero que el período abarca "todo el año".

"Yo le puedo dar la razón en el sentido común, pero el sentido común nos dice que hay que recoger las deposiciones de los perros y no se hace", explicó.

Con respecto a los arcados, confirmó que tienen licencia ya para su rehabilitación en esta respuesta, tras muchos años sin actividad en esta zona.

"Claro que hay 32.000 perros, pero también muchas personas que no tienen perro. Ese perro puede acceder a determinados lugares, en los últimos tiempos hemos ampliado las zonas de acceso. Por sentido común no debería haber problemas pero por desgracia, los hay", concluyó respondiendo a otras cuestiones que pusieron de manifiesto tanto el PP como el BNG.