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Tan solo unos días después de su reapertura, La Intrusa se ve obligada a cerrar de nuevo sus puertas. El local, que reabrió el pasado sábado después de cumplir los tres meses de sanción por no cumplir con la normativa de ruidos, deberá cerrar de nuevo por haber abierto sin demostrar documentalmente que cumplía la normativa. De acuerdo con fuentes municipales, tras haber recibido la denuncia de vecinos de la calle Torreiro por ruidos y molestias, el Concello comprobó que no constaba "ninguna solicitud de licencia por parte del establecimiento" ni documentación por parte de la propiedad para justificar la reapertura.

Por su parte, Aitor Neira, uno de los socios del local, afirma que no tienen "constancia" de este cierre y que no han recibido ninguna nueva orden ni denuncia.

Desde el Concello recuerdan que el local se encontraba cerrado por no haber cumplido con la normativa, incluyendo la manipulación del sonógrafo, y que podía abrir de nuevo de haber presentado la documentación. En los próximos días, la Policía Local reiterará la orden de cierre mientras no se regulariza su situación, un proceso durante el cual La Intrusa se enfrenta a posibles nuevas sanciones, esta vez por incumplir sus obligaciones legales.

Neira reitera que están trabajando de forma "legal" y que, como se pedía en la última denuncia, han procedido a retirar los aparatos de reproducción de música. De hecho, durante su reapertura no hubo música.

"Nos parece sorprendente", afirma el socio, que asegura que están "tranquilos porque sabemos que estamos haciendo las cosas bien" y a la espera de una notificación por parte del Concello. "Hemos cumplido con lo que se nos exigía", declara.

La Asociación para la Defensa e Igualdad de los Hosteleros de A Coruña

Desde hace algunos meses, la convivencia entre locales de ocio nocturno y los vecinos del barrio del Orzán se ha visto afectada por las quejas vecinales en relación al ruido. Además de La Intrusa, otros locales como Le Tavernier o La Barbería también se vieron afectados por la normativa, teniendo que cerrar. Esta situación motivó la creación de la Asociación para la Defensa e Igualdad de los Hosteleros de A Coruña, presidida por Xabi Barral y que reúne a un grupo de entre 40 y 50 hosteleros de la ciudad.

Ambas partes, con mediación del Concello, mantienen una mesa de trabajo abierta para revisar una normativa que los hosteleros consideran desproporcionada y que a su vez respete el descanso de los vecinos.

En su segunda reunión, celebrada el pasado 5 de mayo, se aprobó una propuesta para poner en marcha una campaña de sensibilización.