En plena Semana Santa, con la calle Galera a rebosar de gente, la Policía Local tuvo que intervenir en un bajo abandonado situado a la altura del número 54. Fueron los locales de hostelería de la zona los que alertaron tras ver la puerta del portal abierta, aparentemente forzada y objetos personales en su interior.
Según relatan trabajadores del entorno, se sorprendieron al ver el bajo abierto el pasado jueves por la mañana, ya que llevaba años deshabitado. "Debieron entrar de madrugada", apunta uno de los hosteleros que dio aviso a la policía. Cuando los operarios de Bonilla llegaron a las 5:00 horas, ya no quedaba nadie en el interior.
Aún así, decidieron alertar a las autoridades al encontrar dentro mantas y objetos personales, ante el temor de que pudiera producirse una nueva entrada. Cuando los agentes municipales se personaron en el lugar, confirmaron que no había nadie, pero procedieron a precintar el portal para evitar nuevos accesos.
Desde entonces, una cinta de la Policía Local permanece en la entrada del número 54, justo frente a la terraza de una cervecería y en un tramo muy concurrido de la calle. "Esperamos que no vuelvan a entrar", señalan los trabajadores de la zona.