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Las calles de Miño se tiñeron de blanco esta mañana, en un fenómeno más propio de otras épocas del año que de la primavera. El municipio coruñés vivió una intensa granizada que sorprendió a los vecinos y dejó avenidas, tejados y coches cubiertos de hielo en cuestión de minutos.

La bajada de temperaturas, más frescas de lo habitual para esta época, dejó estampas propias de un día cualquiera de invierno. Lo vivido hoy es solo un adelanto de lo que se espera para Semana Santa, que estará marcada por la inestabilidad atmosférica y las precipitaciones durante buena parte del puente.

En la ciudad herculina también se registró granizo a primera hora de la mañana, aunque de menor intensidad en comparación con lo sucedido en Miño. Desde el Concello han compartido imágenes como las que se pueden ver a continuación, donde los vecinos observan asombrados lo que ocurre al otro lado de sus ventanas.