El after de Matogrande, que ha generado tantos quebraderos de cabeza a los vecinos, ha vuelto a ser escenario de una actuación policial de película. En esta ocasión no hubo detenidos, pero sí se incautaron cantidades considerables de droga a los clientes, principalmente hachís y cocaína. En total se levantaron siete actas por posesión de sustancias.
En una operación conjunta entre la Policía Local y Nacional, decenas de agentes se personaron en el Ginger a las 7:30 horas de la mañana del martes, de nuevo, por infringir el horario de cierre permitido para este local.
En esta ocasión, los agentes iban preparados. Los efectivos de la Policía Nacional acudieron con equipo antidisturbios de manera preventiva. Cabe recordar que, en la última intervención, cuatro agentes fueron agredidos por los clientes y las puertas del negocio se convirtieron en el escenario de una auténtica batalla campal.
Sin embargo, el operativo de este martes se desarrolló de manera pacífica. No hubo peleas. Los policías cachearon a los clientes que se encontraban dentro del after e incautaron pequeñas cantidades de droga a varios de ellos, mayormente hachís y cocaína. Sin embargo, ninguno de los implicados fue detenido, aunque sí fueron sancionados.
Según fuentes municipales, el Ginger cuenta con un largo historial de sanciones por incumplir la normativa, bien por permitir fumar dentro o vender entradas sin tener permiso para hacerlo. Desde hace semanas, la policía ha estado realizando controles frecuentes en este local, como el que terminó en agresión hace un par de semanas, aunque por el momento no existe orden judicial para proceder a su cierre.
Su apertura ha generado indignación entre compañeros del sector. Varios negocios de la ciudad tuvieron que cerrar sus puertas en el último mes, como fue en el caso de La Intrusa, Le Tavernier o La Barbería. Esta situación llevó a los hosteleros de la ciudad a organizarse y crear una mesa de diálogo para llegar a un entendimiento con los vecinos. Pero más allá de eso, los propietarios también se vienen a quejar de que negocios como el del Ginger sigan abiertos y los suyos no.
Quejas de los vecinos
Este after es conocido entre los vecinos por los problemas que genera cada semana, como el exceso de horario de cierre y el sobrepaso de los límites de aforo. "Ya hemos planteado muchas quejas sobre este after, tanto a la Policía Local como a la Concejalía de Seguridad Ciudadana y al propio Ayuntamiento", afirman desde la Asociación de Vecinos de Matogrande.