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El Secretario de Acción Sindical y Salud Laboral, Ernesto López, y delegados sindicales en el sector de ambulancias, demandaron esta mañana ante las Urgencias del Complexo Hospitalario Universitario da Coruña (CHUAC) unos protocolos en el transporte sanitario ante agresiones. Todos ellos denunciaron asimismo la falta de implementación de medidas tras el apuñalamiento al enfermero del CHUAC el pasado lunes 3 de febrero. 

Ernesto López denunciaba la falta de un protocolo real señalando que el único implementado es del 2012 y, por lo tanto, ha quedado totalmente obsoleto. Además, aludía a otro protocolo de transporte sanitario publicado en el Diario Oficial de Galicia y pactado por la Comisión Sectorial de Transporte Sanitario en septiembre del 2023. El problema, explicaba el miembro de la CIG, es que no hay una implementación del mismo.

De hecho, el portavoz manifestaba que, tras su publicación en el DOG, el sindicato se puso en contacto con la Delegación do Goberno, el Sergas y la Fundación Pública Urxencias Sanitarias (061), sin obtener respuesta o actuación alguna. "Son diez folios que dicen cómo actuar ante una situación en la que pueda darse un riesgo de agresión, que es lo mismo que nada". 

López también ha reprochado la falta de coherencia de este protocolo no implementado, ya que está destinado únicamente a los pacientes psiquiátricos, en lugar de ser un protocolo ante cualquier tipo de agresiones: "Lo importante es saber cómo se debe afrontar una agresión. No solo son los pacientes psiquiátricos los que pueden ser sujetos de un agresión".

Garantías y seguridad ante agresiones físicas y psicológicas

Por su parte, el delegado de la CIG en la empresa concesionaria del servicio ambulancias en A Coruña, Diego Cobos Gende, reclamaba unas garantías de seguridad, no solo ante las agresiones físicas, sino también ante las psicológicas que son sistemáticamente desatendidas. 

"No son únicamente agresiones físicas porque, aunque las hay, el porcentaje no es alto. Lo que sí hay son agresiones psicológicas, como puede ser que te escupan o tiren del pelo, que son cosas que físicamente no te están dañando, pero sí nos afectan psicológicamente", declaraba Cobos, a lo que añadía: "En el momento de informar de este tipo de agresiones, la contestación desde el Servicio de Salud es preguntarnos si podemos continuar con el servicio".

Tras estas declaraciones, Cobos insistía en que lo único que demandan son unas garantías y la posibilidad de actuar bajo unas normas. "En nuestro puesto de trabajo no tenemos que recibir ningún tipo de agresión". Además, pedía al Sergas que se implicase de una vez por todas.