27 enero, 2024 02:00
Ismael Monzón Ángel Ortiz

Hagamos una prueba: busquen cualquier comparecencia pública de Emiliano García-Page (Toledo, 1968), la que sea, y cuenten el número de micrófonos que lo rodean. Habrá siempre muchísimos. Los periodistas somos así, buscamos la polémica. Y sabemos que García-Page es de los que no se cortan. El pasado miércoles no hicieron falta ni preguntas. Al término de la inauguración de Fitur se rodeó de tres barones autonómicos del PP y dijo aquello de "a mí están a punto de extraditarme". Una cámara de Antena 3 grababa la secuencia, una conversación privada, pero que se desarrollaba a un palmo de los periodistas gráficos de forma totalmente indisimulada. Esa misma mañana, cuando al presidente castellanomanchego, ya sí, le pusieron los micrófonos delante afirmó que su partido estaba "en el extrarradio de la Constitución". Y se desató la tormenta.

Acostumbrados a las discrepancias de su dirigente más díscolo, en la dirección nacional del PSOE vieron como un agravio esa 'minicumbre', como se acuñó automáticamente a la breve reunión informal que mantuvo García-Page con Juanma Moreno, Fernando López-Miras y Carlos Mazón, presidentes de Andalucía, Murcia y Comunidad Valenciana, respectivamente. La sintonía entre todos era palpable. Fue el propio Mazón quien bautizó el encuentro como "la conjura de Fitur"

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Desde el entorno de García-Page tratan de restar decibelios a una jornada que ha generado mucho ruido en el seno del partido. "No fue ni mini, ni cumbre", acotan en conversación con EL ESPAÑOL | Porfolio fuentes próximas al presidente castellanomanchego, "aunque una vez que se le pone título a las cosas, más vale no pelear contra ello". "Fue una reunión sencilla y, al mismo tiempo, fortuita y casual. Además, no debería ser tan raro en este país que la gente hable, independientemente de dónde milite cada uno", defienden.

La Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) publicó el lunes un informe que, al igual que otros tantos estudios de entidades públicas y privadas, constanta la infrafinanciación sufrida por las cuatro comunidades autónomas reunidas en la 'minicumbre'. "Se publicó el martes y el miércoles se inauguraba Fitur", siguen desde el Palacio de Fuensalida, sede del Gobierno de Castilla-La Mancha, "y dio la casualidad de que los cuatro presidentes acudieron", como otros siete más.

De izquierda a derecha, los presidentes autonómicos Emiliano García Page (Castilla-La Mancha), Fernando López-Miras (Murcia), Carlos Mazón (Comunidad Valenciana) y Juanma Moreno (Andalucía), conversan informalmente sobre la financiación autonómica, el pasado miércoles, en Fitur (Madrid).

De izquierda a derecha, los presidentes autonómicos Emiliano García Page (Castilla-La Mancha), Fernando López-Miras (Murcia), Carlos Mazón (Comunidad Valenciana) y Juanma Moreno (Andalucía), conversan informalmente sobre la financiación autonómica, el pasado miércoles, en Fitur (Madrid). Junta de Andalucía POOL

Los 11 coincidieron saludando a los reyes, presentes en la apertura de la Feria Internacional del Turismo de Madrid. Fue López-Miras el que olió el momento, quien cocinó la foto que sería portada en minutos, la tertulia servida a modo de casquería en los noticieros nocturnos. En definitiva, un nueva escaramuza de García-Page contra Ferraz. "¿Os importa que nos quedemos aquí y comentemos la infrafinanciación?", preguntó el murciano.

"Esto no es ni de izquierdas, ni de derechas", comentan desde el entorno de García-Page, "que haya cuatro comunidades autonómas a las que se debería dar 3.000 millones de euros anuales, como fondo de compensación, debería ser el punto de partida antes de negociar un nuevo modelo". 

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¿No se buscó de veras un nuevo gesto contra Pedro Sánchez? "¡Claro que no! Lo que contesta a Mazón [lo de la extradición] es una ironía". ¿No buscaron las cámaras? "¡No! Es una conversación distendida, entre gente normal, de la que no hay que hacer categoría política", se lamentan. Convendremos, al menos, en que es el barón socialista más díscolo. "Eso sí, eso sin duda", remachan.

Las discrepancias entre el barón socialista y la dirección nacional no son nuevas. Probablemente el pecado original se originó durante las primarias del PSOE de 2016, cuando Pedro Sánchez se hizo con el control del partido. García-Page se había volcado con Susana Díaz e incluso amenazó con no presentarse a las siguientes elecciones autonómicas si Sánchez era el elegido, algo que después no cumplió.

Sus roces se incrementaron tras el pacto del PSOE en el Congreso con los independentistas catalanes y Bildu, mientras que la ley de amnistía terminó de elevar la temperatura. Pero las diferencias nunca habían quedado tan expuestas como hasta ahora. Tras la foto de Fitur, la plana mayor del PSOE salió a recriminar públicamente la conducta del presidente de Castilla La Mancha. Óscar Puente, uno de los más fieles a Sánchez, impuso la línea más dura al asegurar que "quien está en el extrarradio del PSOE es el señor Page".

El largo y tortuoso camino de Page, por Tomás Serrano.

"El largo y tortuoso camino de Page", por Tomás Serrano.

Ese día el líder castellanomanchego había viajado a Madrid con su director de comunicación, José Ángel Regatero, con quien se mueve siempre. Fue nombrado en el cargo en 2015, cuando García-Page ganó sus primeras elecciones en Castilla-La Mancha, y desde entonces no ha dejado de ser su sombra.

"Page actúa de forma intuitiva, capta lo que le dice la gente, lo que le dicen sus votantes, y habla de forma muy sincera. Por eso gana las elecciones en Castilla-La Mancha, porque a la gente aquí no le gusta la deriva del PSOE en el Gobierno. Si siguiera la línea de Sánchez los suyos no se lo perdonarían. Pero todo esto no significa que no escuche a quienes le rodean y se deje influir por ellos. Tiene un círculo reducido de gente con una gran capacidad de influencia en sus decisiones", aseguran fuentes socialistas de Castilla-La Mancha. Su director de comunicación forma parte de ese grupo de elegidos, aunque no es el único.

Javier García-Page, el hermano

No hace falta acudir a quienes lo conocen para afirmar que la persona que más le influye en su discurso político es su hermano gemelo, Javier García-Page. Probablemente no sólo en política, sino en la vida, aunque una cosa y otra están demasiado ligadas en el caso del dirigente socialista que se afilió al partido nada más cumplir la mayoría de edad, fue concejal en Toledo con 19 años, alcalde de esa misma ciudad -la suya- con 29 y va por su tercera legislatura en la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha.

La ascendencia de su hermano gemelo la reconocía él mismo en una entrevista con EL ESPAÑOL dos semanas antes de las últimas elecciones autonómicas. "Entre las opiniones que uno recibe, están las de Primera, las de Segunda y las de Tercera. Las de mi hermano son de Champions. Además, en nuestro caso, y no tendría por qué ocurrir, compartimos una perspectiva muy parecida de las cosas", decía entonces el presidente castellanomanchego.

Los hermanos Emiliano y Javier García-Page, gemelos y confidentes.

Los hermanos Emiliano y Javier García-Page, gemelos y confidentes. Cedida EL ESPAÑOL

Unos meses más tarde, su hermano Javier se dio de baja del partido con una carta remitida a Milagros Tolón, secretaria general del PSOE en Toledo. "Espero y deseo que tú y el resto de compañeros sepáis entender que la deriva del partido en estos últimos años, y muy especialmente por lo que está pasando en este momento y sin duda va a pasar, hace que mis valores y principios socialistas resulten incompatibles con la militancia en este nuevo PSOE", decía en el escrito.

Javier García-Page, además de socialista de toda la vida, es abogado en Toledo. Y, según fuentes consultadas, la amnistía y el hecho de ser hermano de un alto cargo del PSOE habían empezado a afectar a su trabajo. Algunos de sus clientes le recriminaban unas políticas sobre las que él, obviamente, tenía poco que decir. Y decidió actuar en consecuencia. Para su gemelo Emiliano esto fue un golpe afectivo a su relación con el partido. A día de hoy, su hermano Javier sigue siendo uno de sus mejores consejeros en la intimidad.

José Luis Martínez Guijarro, el vice

Es probable que nadie cale más hondo que la persona con quien uno ha convivido incluso antes de nacer. Pero esto trasciende a lo personal y en política hay que buscar aliados. Su mejor socio ahora mismo en Toledo es José Luis Martínez Guijarro, vicepresidente primero en el gobierno de Castilla La Mancha. Es licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales, número dos del Ejecutivo y el responsable de cuadrar las cuentas autonómicas.

José Luis Martínez Guijarro, vicepresidente de la Junta de Castilla-La Mancha, junto a Emiliano García-Page, presidente manchego, en febrero de 2023..

José Luis Martínez Guijarro, vicepresidente de la Junta de Castilla-La Mancha, junto a Emiliano García-Page, presidente manchego, en febrero de 2023.. Gobierno C-LM POOL

Martínez Guijarro también forma parte de los imprescindibles de García-Page desde la primera hora. Llegó con él como vicepresidente en 2015, cuando los socialistas gobernaban gracias a un acuerdo con Podemos, y se convirtió en el número dos del equipo de gobierno en 2017.

Su influencia, sobre todo, se centra en el ámbito económico y en la financiación autonómica, origen de la 'minicumbre' de Fitur con los barones del PP. “Es quien le saca adelante las políticas en Castilla-La Mancha, se ocupa de las cuestiones más técnicas, y eso le da tranquilidad a Page para ir a Madrid y hablar en clave nacional”, aseguran fuentes consultadas. Aunque Guijarro se mueve en la misma sintonía ideológica de su jefe y su opinión cuenta mucho en cada una de sus palabras. 

Al gobierno autonómico se sumó en la última legislatura José Manuel Caballero como vicepresidente segundo. Su relación con García-Page es mucho más reciente, pero "no hay día que no se sienten a hablar y definan juntos la estrategia", afirma un dirigente socialista.

Sergio Gutiérrez, el hombre en Madrid

Si Martínez Guijarro y José Manuel Caballero son los hombres de confianza de García-Page en Castilla-La Mancha, Sergio Gutiérrez lo es en Madrid. Pertenece al clan de Toledo del presidente autonómico, aunque a diferencia de éste pronto dio el salto a la política nacional. En 2004 fue candidato al Congreso de los Diputados, con 21 años, sin lograr el escaño. En 2010 se fue a Estrasburgo como eurodiputado. Y allí se mantuvo hasta 2019, cuando, esta vez sí, logró un asiento en la Carrera de San Jerónimo.

En las últimas elecciones generales repitió como diputado. Desde Ferraz impusieron en las listas el nombre de Milagros Tolón, exalcaldesa de Toledo y afín a Sánchez. Tolón, además, acaba de ser nombrada delegada del Gobierno en Castilla-La Mancha, con la intención de hacer de contrapeso de Page. Por eso la figura de Sergio Gutiérrez cobra aún más relevancia como correa de transmisión entre el presidente autonómico, el Congreso de los Diputados y Ferraz. El diputado toledano tiene también una especial sintonía con el secretario de organización socialista, Santos Cerdán.

Sergio Gutiérrez y Emiliano García-Page la noche electoral de las elecciones autonómicas de 2023.

Sergio Gutiérrez y Emiliano García-Page la noche electoral de las elecciones autonómicas de 2023.

El PSOE castellanomanchego cuenta con ocho diputados y cinco senadores, que son determinantes para mantener la mayoría parlamentaria. Debido a las discrepancias de Page con Sánchez en cuanto a su idea de España, el PP ha llegado a insinuar al barón socialista que convenciera a los suyos para que votaran en contra en la sesión de investidura o en el trámite definitivo de la ley de amnistía. Pero García-Page nunca ha llevado sus diferencias dialécticas a los hechos y los diputados han respetado en todo momento la disciplina de voto. 

El nexo de unión para que esto sea posible es Sergio Gutiérrez. Desde 2017 es también secretario de organización del PSOE en Castilla-La Mancha y es uno de los imprescindibles a la hora de definir una estrategia a nivel nacional. 

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José Ángel Regatero, el 'dircom'

José Ángel Regatero.

José Ángel Regatero.

No ocupa un cargo político, pero no por ello su opinión es menos relevante. Madrileño y periodista de profesión, entró en la Junta de Castilla-La Mancha en 2004 durante la presidencia del socialista José María Barreda. Sin embargo, fue García-Page quien lo fichó como director de comunicación desde su primer mandato, en 2015. 

Aseguran sus rivales que es un hombre “muy hábil a la hora de colocar los mensajes” y “acumula muchos años de experiencia en el ejercicio del poder”, lo que le ofrece una ventaja competitiva ante el resto. Su función no se limita a atender a los medios, sino que ejerce como verdadero estratega a nivel comunicativo a nivel regional y nacional. 

La influencia menguante de Bono

Este círculo no es un reducto cerrado, por aquí entran y salen diferentes personas. Algunos ocuparon un lugar prominente, como el expresidente castellanomanchego José Bono, que ahora se mantiene algo apartado de estos asuntos. Bono, quien ya adoptó una actitud díscola con Ferraz antes de finalizar su carrera en la política nacional, fue uno de los primeros consejeros de Page en sus inicios. Sin embargo, afianzado su papel como barón, el alumno se emancipó del padre y se rodeó de su propio equipo. 

Parte de él era Jesús Fernández Vaquero, a quien nombró presidente de las Cortes de Castilla-La Mancha, y era otro de los hombres a quienes escuchaba con atención hasta que falleció en 2021. Fernando Mora, diputado socialista en esta comunidad autónoma y cuñado de Page, fue también parte del sanedrín. Al igual que Javier Nicolás, anterior jefe de gabinete y ahora director territorial de Iberdrola; o Margarita Sánchez, que también cesó como directora de gabinete tras toda una carrera ligada a Page y a quien hoy siguen acudiendo para pedirle consejo. Llama la atención que es la única mujer entre tanta presencia masculina. 

José Bono y Emiliano García-Page tras la victoria electoral de este último en 2019.

José Bono y Emiliano García-Page tras la victoria electoral de este último en 2019. Europa Press

Antiguos colaboradores y consejeros esporádicos aparte, el actual sanedrín lo componen estos cuatro hombres: Javier García-Page, José Luis Martínez Guijarro, Sergio Gutiérrez y José Ángel Regatero. “No es necesario que estén todos juntos, pero son las personas de las que se fía, con quienes comparte mucho tiempo y le dan su opinión con total libertad. Tras la polémica de Fitur, él los ha escuchado a todos”, aseguran desde el entorno del barón socialista. 

Otros dirigentes autonómicos del PSOE destacan que “el presidente es un hombre autosuficiente, la estrategia parte de él. Y muestra de que dice lo que piensa es que nunca ha cambiado de versión: desde el principio era contrario a pactar con los independentistas y es lo que sigue manteniendo”. Estas fuentes reconocen la existencia de este círculo de confianza, del que se deja aconsejar, aunque “ni le incitan, ni le tienen que cortar las alas, simplemente están bastante en consonancia”. 

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Gobernar el Alcázar

Emiliano García-Page fue el único barón socialista que consiguió mayoría absoluta tras las últimas elecciones autonómicas que dejaron al PSOE con sólo tres presidentes regionales (Castilla-La Mancha, Asturias y Navarra). Y esa es precisamente su salvaguardia: ser el único político del partido que mantiene el peso de un mermado poder territorial. En las pasadas generales, la suma de las derechas obtuvo el 57% de los votos, por un 34% del PSOE. Mientras, en las autonómicas Page consiguió la mayoría absoluta con un 45%. 

"Claro que existe un voto personalista y una tendencia regional. Pero sus discrepancias no deben entenderse como una guerra interna, sino como una forma de influir en el debate", concede uno de sus colaboradores. Sus rivales coinciden con las fuentes socialistas consultadas en que alejarse de la línea de Sánchez es la única estrategia para triunfar en una comunidad tradicionalmente conservadora y donde el PSOE siempre ha captado a un electorado más centrista.

Emiliano García-Page y Pedro Sánchez en una imagen de archivo.

Emiliano García-Page y Pedro Sánchez en una imagen de archivo. Óscar Huertas

“Pero si todo esto no fuera más que estrategia política y búsqueda de notoriedad, los diputados socialistas habrían votado en contra de lo que dicen que no les gusta. Y no lo han hecho ni una sola vez, ni en Toledo ni en Madrid”, afirma Paco Núñez, presidente del PP en Castilla-La Mancha. Para Núñez, Page “ha sabido labrarse un estilo propio, muy cínico y puramente electoralista, pero que a él le funciona”. 

Siempre hubo políticos así. Para algunos representa la izquierda jacobina que no se pliega al independentismo, para otros será simplemente un traidor. Habrá quienes lo vean como un guardián de las esencias del socialismo, el PSOE antes -y quién sabe si después- de Sánchez. Y otros pensarán que es esa izquierda que le gusta a la derecha, o directamente un conservador con el carné equivocado. Emiliano García-Page reconoce que su opinión es “claramente minoritaria” dentro de su partido, aunque quizás “lo que hoy es minoritario a lo mejor el día de mañana no lo es". Cuando llegue ese debate tocará hacer cuentas. Mientras tanto, la dirección nacional se ha reforzado con afines a Sánchez, al tiempo que García-Page confía en su círculo de confianza para seguir gobernando el Alcázar.