La oposición, queridos compañeros, respetados oyentes, ya os habréis dado cuenta, nos quiere gobernar. Y hoy es un buen día para saber qué haría Alberto Núñez Feijóo con nuestro porvenir. Porque la entrevista que le hacen hoy en La Razón, por su carácter de confesionario, debería haber empezado con un "Ave María purísima".

A lo largo de cuatro páginas, el candidato del PP dice, a grandes rasgos, dos cosas: no quiere saber nada de gobernar con Vox y su partido ha dejado de ser de derechas, quizá incluso de centro-derecha. Hoy, el eje es democracia liberal frente a populismo y en este PP, dice Feijóo, "caben todos los que no son independentistas".

Por cierto, lo de Vox no lo dice tajante, sino a su manera; y ese es el titular de la entrevista: "No me presento para liderar un bloque, sino un gobierno de mayorías". Luego hay mucho de economía y de las leyes que revertiría urgentemente, como la del "sólo sí es sí". Hay un momento muy divertido, que me ha recordado a la retranca de Mariano Rajoy. Le pregunta Carmen Morodo: "¿Ve a Inés Arrimadas y a Begoña Villacís en el PP". Responde Feijóo: "Algo de eso he leído en algún periódico". ¿Y qué ha pensado al leerlo?, repregunta Morodo. "Pues que es un buen titular", concluye Feijóo.

Decía que es un gran día para saber qué pasa en el PP porque… glin, glin, glin, glin, glin. La entrevista de Feijóo coincide con una entrevista de Isabel Díaz Ayuso en EL ESPAÑOL. Parecidos: Ayuso también habla de manera similar sobre la política fiscal, sobre la ley del sólo sí es sí, sobre lo que está ocurriendo en el Tribunal Constitucional…

Pero, cuando le pregunta Irene Pérez Nova por la moderación tan exhibida por Feijóo estos días, dice Ayuso: "La etiqueta de la moderación, dependiendo de quién venga, sólo pretende que te calles y mires para otro lado. Me gustaría que me explicaran qué es eso de moderación. No se trata de virar a la moderación, sino de representar a los ciudadanos en torno a unos principios". Concluye Ayuso: "Me gustaría que me recordaran como la que plantó cara a los desmanes liberticidas de Pedro Sánchez".

Antes de hablar del Gobierno, una información importante sobre el PP, en este caso sobre el viejo PP, que es portada hoy de ABC: "Francisco Álvarez-Cascos recibió 4,7 millones de euros con negocios opacos tras salir del Gobierno. Destacan los pagos de constructoras a los que él había adjudicado obras cuando era ministro de Fomento. Canalizaba los cobros a través de una inmobiliaria y de una sociedad compra-venta de arte. Empleaba el nombre de su mujer, cuenta ABC, para cobrar presuntas comisiones".

Fijaos en el verbo tan hortofrutícola que utiliza hoy El Confidencial: "Sánchez cava la trinchera electoral y ordena un marcaje férreo a Feijóo por sus pactos con Vox".

Alfonso Fernández Mañueco, en el acto de presentación de candidatos autonómicos del PP. Europa Press

Ese marcaje consiste hoy, básicamente, en el lío con el plan antiaborto de Vox en Castilla y León. Portada de El País: "El Gobierno exige a Castilla y León que paralice el plan contra el aborto. Moncloa envía un requerimiento para evitar la presión a las mujeres. También amenaza con acciones jurídicas si el gobierno autonómico sigue adelante". Este protocolo consiste en que se instará a los médicos a que ofrezcan a las mujeres que vayan a abortar un ecografía en 4D y escuchar el latido fetal. Dice El País que el gobierno PP-Vox ha copiado esta idea de la ley antiaborto de Viktor Orbán en Hungría.

En El Mundo cuentan hoy: "Barones del PSOE buscan distanciarse del desgaste de la marca Sánchez". Y Ferraz, lejos de reprenderlos por ese desmarque, contesta dándoles autonomía para elaborar sus propias estrategias. Traducido: "Sánchez les dice a Emiliano García-Page, Javier Lambán y compañía. Vosotros meteos conmigo si creéis que es necesario para gobernar".

Termino con dos noticias muy jugosas: la primera, un largo reportaje de El Confidencial que cuenta cómo el ministerio de Yolanda Díaz lanzó una macroinspección de Trabajo contra las big four, los rascacielos de Madrid, Price, Deloitte, Ey, etcétera, para comprobar si sus empleados cumplen los horarios. Al parecer, se desalojaron plantas enteras en cuanto supieron que llegaban los inspectores.

Y la contraportada de El Mundo: hay un lío tremendo en Reino Unido porque parece que, durante la partygate organizada por Boris Johnson, hubo gente que cabalgó en Downing Street. Y es normal, ¿quién habría dejado pasar la oportunidad? Yo, un día, en casa de Camilo José Cela, tuve que ir al baño y pensé ya dentro: "¡Estoy en el mismo váter que un Nobel de Literatura!".

*Esta es la revista de prensa que Daniel Ramírez realiza cada mañana para 'La España que madruga', en 'Más de Uno', el programa de Carlos Alsina en Onda Cero.