Millie Childs con sus gafas.

Millie Childs con sus gafas. The Primary Engineer Leaders Award Omicrono

Tecnología

El invento de una estudiante de 11 años que facilita la lectura a las personas con dislexia: unas gafas con lentes de colores

Millie Childs ha desarrollado unas gafas cuyos cristales cambian de color que ayudan a reducir la fatiga visual y mejoran la lectura a las personas disléxicas.

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La dislexia es un trastorno del neurodesarrollo que afecta de forma específica a los procesos implicados en la lectoescritura y que padece entre un 5 y un 10 % de la población mundial, personas que presentan dificultades para leer con precisión y fluidez; una realidad a la que quieren dar respuesta inventos como una lupa que convierte el texto en audio o unas nuevas gafas ideadas por una adolescente de 11 años.

Millie Childs, una joven estudiante de Salford (Reino Unido), ha ideado unas gafas con cristales de colores intercambiables y ajustables que podrían ayudar a las personas con dislexia a leer con mayor facilidad y que reducen el estrés visual. Un invento sencillo que aspira a auxiliar a los niños afectados por este trastorno, que manifiestan dificultades para recitar el alfabeto, denominar letras o realizar rimas simples.

Las gafas han sido galardonadas en 'The Primary Engineer Leaders Award', un concurso nacional gratuito para todos los colegios del Reino Unido, que está abierto a todos los alumnos de entre 3 y 19 años; a quienes se anima a investigar e identificar un problema para dar con una idea que pueda resolverlo. El invento de Childs ha pasado así de ser un dibujo en papel a convertirse en un prototipo real con posibilidades de llegar a las aulas.​

Facilitar la lectura

Childs, que sufre dislexia, explicó durante el concurso que su idea nació cuando era alumna de la escuela de primaria 'Lights Oaks Junior School' de su ciudad. La adolescente buscó la forma para lidiar de manera inteligente con la dislexia, observó lo que le causaba dificultades y buscó una solución pensada para niños.

El invento de Childs, denominado 'Rainbow Glasses' ('Gafas arcoíris', en castellano) es simple. Consta de unas gafas con lentes de colores modulables capaces de adaptarse a las necesidades visuales de cada lector y cuyo prototipo ya ha despertado el interés del Servicio Nacional de Salud (NHS, por sus siglas en inglés) de Reino Unido.

Millie Childs con sus gafas.

Millie Childs con sus gafas. The Primary Engineer Leaders Award Omicrono

Para el concurso, la empresa Thales UK desarrolló un prototipo funcional y, tras meses de investigación y pruebas, crearon una solución basada en LED que permite cambiar las lentes entre rojo, verde y azul, para ajustarse de forma personalizada a cada usuario.

Thales UK explica en la web del concurso que en el concepto de las gafas los LED alimentados por batería se situarían en las monturas que rodean la lente y estas iluminarían la lente y cambiarían su color. Unos LED que se pueden controlar mediante botones en la montura o con un mando a distancia.

Eso sí, señalan que al haber LED tan cerca de los ojos, habría que tomar precauciones para evitar la fatiga visual. Y eso pasaría por usar una montura con un aro más grueso para "canalizar" la luz hacia la lente en lugar de dejar que se disperse. Los ingenieros también plantearon otras soluciones.

Una de ellas eran las lentes electrocrómicas que cambian de color (rojo, verde y azul) y transparencia según el voltaje aplicado y con botones laterales para cambiar entre los colores. Otra opción era apostar por cristales de colores, es decir, un material translúcido colocado dentro de las gafas.

Este material estaría tintado, se fabricarían numerosas lentes con diferentes tintes de color y para alternar entre colores habría que retirar y cambiar los cristales de las gafas manualmente. Por último, pensaron en combinar una pintura termocrómica con una de vidrio transparente para pintar el exterior de las lentes o usar láminas sensibles a la temperatura que cambian de color.

"Ayudar a otras personas"

La joven estudiante quiere que su invento y su proyecto pueda inspirar a la próxima generación de ingenieros, como ha señalado a algunos medios locales. "Mi dislexia siempre ha hecho que leer sea un reto, así que quería inventar algo que lo hiciera más fácil. Ver cómo los ingenieros convertían mi idea en unas gafas reales ha sido increíble. La idea de que algún día puedan ayudar a otras personas con dislexia es algo de lo que me siento muy orgullosa", ha asegurado.

Millie Childs con sus gafas.

Millie Childs con sus gafas. The Primary Engineer Leaders Award Omicrono

Este invento ha atraído las miradas de mucha gente debido a que nació de una experiencia real y no de un laboratorio y a que responde a una necesidad compartida por millones de niños en todo el mundo, quienes podrían recuperar su confianza para leer y aprender en las escuelas.

Cabe recordar que la dislexia sigue siendo un trastorno infradiagnosticado que, si no se detecta ni aborda a tiempo, puede lastrar la trayectoria escolar de un niño, quien, sin apoyo específico, podría ver cómo las dificultades para leer y escribir se traducen en un bajo rendimiento académico o una sensación de ir siempre por detrás del resto de sus compañeros.

A nivel emocional también tiene un importante impacto, ya que los niños con dislexia pueden frustrarse, ver cómo les da ansiedad ante la lectura en voz alta o durante los exámenes, entre otros problemas relacionados con el aprendizaje. Por lo que un invento como el de Millie Childs puede marcar la diferencia.