Jia Mingxuan junto con su invento que ayuda a los árboles a crecer en zonas áridas.

Jia Mingxuan junto con su invento que ayuda a los árboles a crecer en zonas áridas. Xinhua Omicrono

Tecnología

El invento de un adolescente chino que hace crecer árboles en zonas de sequía: un sistema de riego que capta agua del aire

Con sólo 14 años ha ideado un innovador dispositivo autosuficiente que ayuda a que los árboles recién plantados sobrevivan al viento y a la sequía.

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La sequía sigue siendo uno de los principales desafíos ambientales a los que se enfrenta el ser humano. El aumento de las temperaturas y la falta de lluvias están secando suelos y afectando cultivos. Frente a esta situación, han surgido diversas tecnologías, como un dispositivo con IA y sensores para regar usando menos agua, otro que mide el estrés de las plantas o un nuevo sistema creado por un adolescente que ayuda a que los árboles crezcan en zonas de sequía.

Jia Mingxuan, un adolescente de 14 años de la región autónoma de Mongolia Interior (en el norte de China), ha sorprendido al mundo al fabricar un innovador dispositivo autosuficiente que hace frente a la desertificación: un sistema que capta agua del aire que sirve para que los árboles recién plantados sobrevivan al viento y a la sequía.

Este sistema, que está hecho con tubos de acero comprados en una ferretería y botellas de plástico reutilizadas, salió ganador en la edición 77 de la feria iENA de Núremberg (Alemania), uno de los encuentros de invenciones más importantes del mundo, y fue alabado por el jurado debido a que usa principios básicos para resolver un problema real.

Ayudar a los árboles

La sequía es una de las causas que provoca la desertificación de un territorio, es decir, la degradación de la tierra en zonas áridas, semiáridas y sub húmedas. Jia Mingxuan tuvo la idea de crear este invento debido a sus experiencias de infancia en Chifeng, que es una zona clave del Programa de la Gran Muralla Verde del Norte de China, el mayor esfuerzo de reforestación del planeta.

El patio de la casa de su familia está actualmente rodeado de densas hileras de árboles que su abuelo plantó hace décadas. En los años sesenta, dicho paisaje era prácticamente árido, con una precipitación de lluvias de apenas 380 milímetros al año; mientras que hoy en día, tras años de trabajo, más del 40 % del condado está cubierto por bosques.

Jia Mingxuan junto con su invento que ayuda a los árboles a crecer en zonas áridas

Jia Mingxuan junto con su invento que ayuda a los árboles a crecer en zonas áridas Xinhua Omicrono

En los últimos años han salido adelante diversos proyectos de reforestación de la zona, pero el adolescente observaba que los árboles recién plantados luchaban por sobrevivir y morían debido a que regarlos manualmente era lento, caro e inviable en las zonas remotas y azotadas por el viento. Por lo que Mingxuan se puso manos a la obra para dar con un invento que hiciera frente a este problema.

Una noche, estando en la cocina de la casa de su familia, el joven inventor notó que el vapor se condensaba en gotas sobre la pared de azulejos y pensó en usar el mismo principio para recolectar agua para los árboles recién plantados. Jia Mingxuan comenzó entonces a trabajar en su dispositivo que captura la condensación del aire y la canaliza directamente a la zona de las raíces.

Este ingenioso invento utiliza el principio de formación de rocío. Una tapa de viento en la parte superior del tubo de acero sirve como fuente de energía para que el aire circule en su interior.

De esta manera, y sin necesidad de conexión a ninguna fuente de agua externa ni a electricidad, la diferencia de temperatura entre la superficie y la parte enterrada del tubo permite que el vapor de agua del aire se condense en pequeñas gotas. Unas gotas que se acaban filtrando hacia la raíz del árbol.

El adolescente sigue trabajando para perfeccionar su invento y cada vez que quería desenterrar su prototipo —cuyos tubos están a dos metros de profundidad— debía recorrer hasta 30 kilómetros hasta su casa, medir la humedad y volver a tiempo para sus clases. A veces incluso se levantaba a las 4 de la mañana para hacerlo.

Un gran potencial

Para el adolescente el premio supone un nuevo punto de partida y en la actualidad ya trabaja con un equipo de investigación de Shanghái para perfeccionar su invento y explorar materiales más duraderos, como pueden ser bioplásticos. Todo ello con el objetivo de convertir una pequeña idea en una herramienta práctica en la lucha continua de China contra la desertificación.

Jia Mingxuan recibiendo el premio en iENA.

Jia Mingxuan recibiendo el premio en iENA. Xinhua Omicrono

El reconocimiento internacional a este adolescente ha sido recibido con los brazos abiertos en la región china, que lleva medio siglo resistiendo la desertificación. Un sistema de bajo coste que también serviría para complementar los avances digitales que ya se usan en la zona en las plantaciones, como sensores de humedad y análisis remoto.

También podría ser clave en aquellos lugares donde el despliegue tecnológico es complejo. El proyecto de Jia Mingxuan no es solo una idea ingeniosa, sino parte de un movimiento que está cambiando la manera de enfrentar la crisis climática desde lo local. En lugar de depender de costosas infraestructuras, estas tecnologías sencillas y de bajo coste apuestan por aprovechar los recursos del propio territorio para regenerar el paisaje.

Además, posee un gran potencial que va más allá de su región y es que este sistema puede servir para reforestar zonas inaccesibles, fortalecer comunidades rurales con pocos medios y aportar soluciones prácticas a regiones golpeadas por la desertificación en todo el mundo.