Los coches eléctricos son una tendencia en España, donde gozan cada vez de más presencia en las carreteras. Mientras algunos proyectos tratan de mejorar su autonomía con baterías que prometen 1.300 km con una carga u otras que reducen costes y el peso, unos jóvenes estudiantes han decidido transformar por completo estos vehículos con un modelo modular que se puede reparar sin pasar por el taller.
Un equipo de jóvenes estudiantes de la Universidad Tecnológica de Eindhoven (TU/e), junto con compañeros de Fontys y Summa, ha presentado recientemente Aria. Se trata de un revolucionario coche eléctrico urbano modular que cuenta con piezas y baterías intercambiables que se pueden reparar fácilmente en casa sin depender del fabricante.
Aria, que nació con el objetivo de reducir el impacto ambiental del transporte urbano alargando al máximo la vida útil de los vehículos, ofrece a los conductores un mayor control sobre su coche: está construido a partir de módulos intercambiables que se pueden desmontar, reparar o sustituir con herramientas básicas y siguiendo unos manuales claros.
Un diseño modular
La gran clave de Aria es su diseño modular e inteligente, que ofrece una mayor vida útil y un mantenimiento más sencillo y económico. Los usuarios pueden reparar el coche ellos mismos y ya no dependen del fabricante para pequeñas reparaciones.
Aria consta de componentes independientes, como la batería, los paneles exteriores de la carrocería, los elementos electrónicos de su interior y su estructura. Unas piezas que están pensadas para desmontarse sin esfuerzo y que, en caso de romperse, el usuario tan solo tiene que reemplazarlas por una nueva.
Así es Aria, el coche eléctrico urbano y modular
Los estudiantes señalan en un comunicado que su coche eléctrico urbano modular incluye manuales claros, un pequeño kit de herramientas integrado y una aplicación para dispositivos móviles que sirve para monitorizar la salud del coche.
De esta manera, y usando la app, los usuarios pueden identificar qué está fallando en el automóvil y qué pieza defectuosa tiene que reemplazar para realizar el mantenimiento ellos mismos; y sin tener que cambiar conjuntos enteros de componentes, algo que sucede actualmente en muchos modelos comerciales.
Otro aspecto llamativo de Aria es su paquete de baterías. Los coches eléctricos tradicionales cuentan con una única pila grande y pesada, mientras que este nuevo vehículo modular utiliza seis módulos más pequeños, de aproximadamente unos 12 kilogramos cada uno.
Unas baterías que se pueden desmontar fácilmente con la mano sin necesidad de grúas ni plataformas elevadoras. "Es casi tan fácil como cambiar las pilas de un mando a distancia", indican los estudiantes.
El coche eléctrico modular Aria.
Juntas, las seis baterías proporcionan una capacidad total de 12,96 kWh. Al estar divididas en bloques independientes, el sistema permite reparar y sustituir solo la pieza afectada en caso de avería, sin tocar el resto del conjunto. Y cuando surge una nueva mejora tecnológica, basta con incorporar el módulo actualizado en lugar de desechar toda la unidad.
Cabe señalar que, aunque algunos fabricantes han experimentado con planteamientos parecidos, lo más común sigue siendo montar la batería como parte estructural del vehículo, lo que complica cualquier operación de mantenimiento o reparación.
El exterior del coche también posee un diseño similar. Si se sufre un arañazo, un golpe o una abolladura, basta con desmontar el panel afectado y colocar uno nuevo. Proceso que se realiza "en cuestión de minutos" y sin necesidad de tener que acudir a un taller ni realizar un gran desembolso económico.
Además, los estudiantes explican que, al retirar un panel, los usuarios tendrán acceso inmediato a los componentes internos, lo que también simplifica el mantenimiento del vehículo.
Mejorar la reparación
Los jóvenes estudiantes aseguran que con el diseño de Aria buscan principalmente mejorar de forma significativa las opciones de reparación de los vehículos eléctricos, que "cada vez son más difíciles de reparar".
Esto se debe a que las baterías normalmente están integradas en el chasis, las piezas no están estandarizadas y son complejas de conseguir para talleres independientes. También hay que sumarle que actualmente hay escasez de técnicos especializados en transmisiones eléctricas y sistemas de baterías.
El coche eléctrico modular Aria.
Esto último alarga y encarece las reparaciones y, como resultado, provoca que los coches se desechen más rápido de lo necesario; incluso con averías que se podrían solucionar con piezas intercambiables. "Eso socava la imagen sostenible del vehículo eléctrico", apunta Taco Olmer, director del equipo de estudiantes responsables del proyecto.
Por otro lado, es importante destacar que este nuevo concepto de coche eléctrico modular responde a la legislación europea aprobada el año pasado, que otorga a los consumidores el derecho a reparar los productos de forma más rápida, económica y sencilla.
"Las nuevas normas europeas suponen un avance, pero se centran principalmente en los electrodomésticos y la electrónica de consumo. Los vehículos eléctricos siguen quedando rezagados. Con Aria, demostramos lo que es posible y esperamos animar a la Unión Europea a aplicar estas normas también a los turismos", afirma Olmer.
El director también asegura que quieren "demostrar a la industria automotriz que el diseño sostenible y práctico es realmente alcanzable. Si logramos esto en un año, habrá oportunidades para la industria".
El desarrollo de este proyecto está respaldado por la coalición Right to Repair Europe, que aglutina a más de 180 entidades dedicadas desde hace mucho tiempo a exigir que los fabricantes aporten acceso a recambios, manuales técnicos y actualizaciones de software.
Su objetivo central es sencillo: devolver a las personas usuarias la posibilidad real de conservar y mantener los productos por los que han pagado, facilitando así una mayor durabilidad y autonomía.
