Una de las plataformas marítimas del proyecto Graneros de Gaza

Una de las plataformas marítimas del proyecto Graneros de Gaza Studio nab Omicrono

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El proyecto para reconstruir Gaza opuesto a la "Riviera" de Trump: plataformas marinas y casas a partir de los escombros

El colectivo francés Studio nab propone el aprovechamiento de los escombros de la Franja para la fabricación de bloques modulares de hormigón.

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Pase lo que pase con el plan de paz propuesto por Donald Trump y Benjamin Netanyahu, hay algo incontestable: la devastación de Gaza es total. Según las últimas estimaciones con análisis de imágenes satelitales, dos tercios de todos los edificios de la Franja han sido dañados o destruidos por completo.

El mayor daño se concentra en las viviendas, según Naciones Unidas, con el 92% de las casas afectadas por los bombardeos israelíes o por la destrucción sistemática de barrios y ciudades, particularmente en Ciudad de Gaza y al norte de la Franja.

El plan de paz, vinculado a un alto el fuego, la devolución de los rehenes y la desmilitarización del enclave, incluye un punto específico que prevé un programa de reconstrucción a gran escala de servicios básicos e infraestructura civil en Gaza, incluyendo electricidad, agua, saneamiento, hospitales y escuelas.

En este contexto, el equipo multidisciplinar francés Studio nab propone Los Graneros de Gaza, un proyecto colectivo de reconstrucción ecológico, cívico y social. "En lugar de considerar las ruinas como residuos que hay que eliminar, las trata como materia prima para una reconstrucción rápida, sostenible y humana", señala la web de la iniciativa.

Este colectivo de arquitectos, diseñadores y creativos con diversas inquietudes propone un plan en dos fases. En primer lugar, lo prioritario es "reconstruir la ciudad sobre la ciudad", con plataformas humanitarias en tierra para las necesidades más urgentes. En una segunda fase, se proyectan extensiones ganadas al mar con instalaciones agrícolas, energéticas y de viviendas para garantizar una reconstrucción efectiva a largo plazo.

Un proyecto utópico

Según desveló hace poco más de un mes The Washington Post, la verdadera intención de Donald Trump y varios socios israelíes bajo el plan Gaza Reconstitution, Economic Acceleration and Transformation Trust (GREAT Trust) es transformar Gaza en un centro turístico y tecnológico bajo un sistema de fideicomiso internacional liderado por Estados Unidos.

La propuesta pasa por ofrecer 5.000 dólares y un año de comida a los gazatíes para que abandonen voluntariamente la Franja, para convertir el enclave en una especie de Riviera en Oriente Próximo, recreación con IA incluida.

Bloques modulares de hormigón para la reconstrucción de Gaza

Bloques modulares de hormigón para la reconstrucción de Gaza Studio nab Omicrono

En el informe de 38 páginas desvelado por The Washington Post se habla de varios resorts de lujo a lo largo de la costa y en islas artificiales, para lo que sería necesaria una inversión de 97.000 millones de dólares durante la primera década, complementados por otros 36.000 millones del sector privado.

El plan urbanístico y humanitario que propone Studio nab está en las antípodas del de Trump. Los Graneros de Gaza se centra en combinar arquitectura, agricultura y reparación social para "restaurar el aliento, el refugio, la autonomía y la dignidad" de los habitantes de la Franja.

Para reconstruir las viviendas, infraestructuras y servicios esenciales, como la energía, el saneamiento o el suministro de agua potable (que en su estado actual supone un alto riesgo para la población por la aparición de enfermedades contagiosas), el proyecto propone "una respuesta sistémica y a largo plazo destinada a devolver la dignidad y la autonomía al pueblo de Gaza".

Los 50 millones de toneladas de escombros presentes en las ciudades y pueblos arrasados son un importante desafío para la reconstrucción, y las primeras estimaciones hablan de una inversión descomunal simplemente para su retirada.

Por eso, este colectivo francés apuesta por reciclar in situ los escombros para fabricar bloques de hormigón modulares, aligerados con paja, para construir refugios bioclimáticos en una primera fase. Es una manera de proporcionar protección, privacidad y servicios básicos a las familias desplazadas y a los voluntarios que colaboren en las tareas de reconstrucción.

La idea es seguir los principios de ventilación natural, sombreado y orientación óptima, además de integrar sistemas de autoabastecimiento de agua, energía y saneamiento. A partir de estos centros humanitarios, repartidos por toda la Franja, el plan apuesta por levantar una veintena de plataformas marinas para ampliar el espacio habitable de las ciudades derruidas.

La primera fase de la reconstrucción del proyecto Los Graneros de Gaza

La primera fase de la reconstrucción del proyecto Los Graneros de Gaza Studio nab Omicrono

Estas estructuras, concebidas como ecosistemas autosuficientes, acogerían viviendas, granjas verticales, mercados, escuelas, hospitales y sistemas de energía renovable, con dos tercios de su superficie en el mar y un tercio en tierra. El objetivo es que cada una de las plataformas sea capaz de producir alimentos, agua y energía de forma independiente.

Los Graneros de Gaza cumpliría así su misión de "transformar las ruinas en cimientos", aunque sus responsables asumen que la propuesta tiene mucho de utópico, dado el estado actual de la región y las dificultades para salirse del camino trazado por EEUU e Israel.

Una utopía para el Mediterráneo

No es la primera vez que Studio nab propone una solución imaginativa y distinta a una tragedia humanitaria. En 2024, el colectivo multidisciplinar presentó la Alianza Mediterránea de Salvamento (MAR, por sus siglas en inglés), una red de plataformas polivalentes situadas estratégicamente para cubrir las distintas rutas migratorias de toda la cuenca mediterránea.

Estas construcciones, con capacidad para 150 personas, serían autosuficientes a nivel energético, gracias a grandes superficies de paneles solares pero también a generadores basados en energía hidráulica y undimotriz, soluciones actualmente en desarrollo que incluso podrían abastecer a las ciudades costeras más cercanas a ellas.

Diseño de una de las plataformas del proyecto MAR

Diseño de una de las plataformas del proyecto MAR Studio nab Omicrono

Por su parte, las instaladas mar adentro servirían como bases de investigación científica y oceanográfica, además de restaurar y proteger los sobreexplotados caladeros de peces. Cada una cubriría un área de 70 km de diámetro, lo que permitiría a los equipos de rescate ser mucho más ágiles a la hora de ayudar y poner a salvo a los ocupantes de las pateras, que a menudo pasan semanas o meses surcando esas mismas aguas en precarias condiciones.

Studio nab plantea que los equipos médicos a bordo de las plataformas puedan "hacerse cargo del estado de salud de los supervivientes desde el momento de su rescate hasta su desembarco en tierra". Su tamaño les permitiría albergar centenares de literas, además de sala de comedor, duchas, almacenes para equipos y víveres, una sala de mando e investigación y zonas exteriores para guarecerse del sol y descansar.