El cuchillo ultrasónico C-200

El cuchillo ultrasónico C-200 Seattle Ultrasonics Omicrono

Tecnología

El invento para cocinar como un chef: un cuchillo ultrasónico que "necesita un 50% menos de fuerza para cortar"

Un nuevo cuchillo capaz de vibrar hasta 40.000 veces por segundo puede ayudar a cortar los alimentos sin hacer fuerza.

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Incluso los que somos menos duchos en la cocina tenemos el potencial de crear auténticos manjares con la ayuda adecuada; esa ayuda puede ser un robot de cocina, o un nuevo tipo de vitrocerámica.

Pero de nada sirve tener toda esa ayuda, si fallamos en lo más básico: el corte de la comida. Todo el mundo sabe de la importancia de tener un cuchillo bien afilado, no sólo por facilidad en el corte sino por seguridad, pero a veces, eso no es suficiente.

El nuevo C-200 anunciado por la compañía estadounidense Seattle Ultrasonics puede ser la solución para obtener cortes perfectos en todo tipo de ingredientes, incluso los más duros o resbaladizos.

Y es que, lejos de ser simplemente un cuchillo fabricado en un material exótico, o afilado con las mejores técnicas, se trata de un cuchillo ultrasónico, que vibra a nada menos que 40.000 veces por segundo.

Aunque pueda parecer extraño, y peligroso, que un cuchillo vibre, a esa velocidad la vibración es tan elevada que realmente no se nota en la mano, ni tampoco se escucha, como la compañía ha demostrado en un vídeo publicado en YouTube.

De hecho, la única pista que tenemos de que el cuchillo está vibrando es cuando lo acercamos al agua o a alimentos húmedos como un tomate o una lima, y entonces podemos apreciar las pequeñas gotas de agua reaccionando al cuchillo.

La vibración ultrasónica del C-200 se aprecia al cortar una lima

La vibración ultrasónica del C-200 se aprecia al cortar una lima Seattle Ultrasonics Omicrono

Y es que el ritmo de vibración de 40.000 veces por segundo no es apreciable por el ojo humano; pero lo notaremos a la hora de cortar cualquier material.

Según sus creadores, usar este cuchillo requiere de un 50% menos de fuerza que un cuchillo convencional para cortar los mismos ingredientes y en las mismas condiciones.

A eso hay que sumar que la hoja del cuchillo está fabricada en acero japonés AUS-10, manteniendo altos estándares de calidad y afilado con dureza 60HRC, con un tamaño de 8 pulgadas.

En la práctica, se debería notar como si estuviésemos cortando un material muy frágil, pero en realidad, es el cuchillo el que está cortando más de lo que esperamos.

Esta puede ser de gran ayuda para muchas personas, especialmente para quienes tienen problemas de salud o dificultades para hacer fuerza con los brazos y la mano, como lesionados o personas mayores.

Algo que probablemente muchos lectores han pensado al leer que se trata de un cuchillo con una vibración tan rápida es que pueda generar calor y cocinar un poco los alimentos, fastidiando nuestra receta; sin embargo, sus creadores afirman que eso tampoco ocurre.

Un cuchillo ultrasónico

Eso es porque, a diferencia de lo que podríamos pensar, este cuchillo no tiene un motor oculto en el mango; se trata de un diseño más inteligente para evitar los problemas obvios de un motor.

En realidad, la vibración del C-200 se logra gracias a cristales piezoeléctricos PZT-8, que reaccionan a una corriente eléctrica expandiendo ligeramente la hoja del cuchillo generando estas vibraciones ultrasónicas.

Los materiales piezoeléctricos tienen características únicas que les permiten convertir la energía eléctrica en energía mecánica, y viceversa, gracias a su estructura cristalina asimétrica.

La hoja del C-200 vibra 40.000 veces por segundo

La hoja del C-200 vibra 40.000 veces por segundo Seattle Ultrasonics Omicrono

Básicamente, cuando aplicamos fuerza a uno de estos cristales, como por ejemplo apretándolos o estirándolos, generan una carga eléctrica; el proceso se puede invertir, para que cambien de forma o tamaño al aplicarles una carga eléctrica.

Eso es justo lo que hace este cuchillo, un proceso que se genera miles de veces cada segundo para expandir ligeramente la hoja y generar vibraciones ultrasónicas cuando pulsamos el botón integrado en el mango.

El gran sacrificio que hace este cuchillo se encuentra en el peso, que alcanza los 330 gramos por los componentes internos y la batería que necesita para funcionar.

El primero para consumidores

En realidad, este no es el primer cuchillo ultrasónico del mercado, pero en Seattle Ultrasonics afirman que el C-200 es el primero que está dirigido a los consumidores domésticos y no a profesionales de la industria de la restauración.

Sin embargo, eso no significa que este cuchillo sea para todo el mundo, y hay ciertos aspectos a tener en cuenta antes de comprarlo.

El primer obstáculo es la batería. Dadas las limitaciones de espacio y de peso, la batería incluida en el C-200 tiene una duración de sólo 20 minutos en uso continuo.

Aunque eso probablemente es suficiente para la mayoría de los usos, significa que debemos estar bien pendientes de que la batería está recargada si no queremos quedarnos sin esta tecnología en mitad del corte.

La propia compañía parece consciente de este problema, ya que ofrece una serie de accesorios para garantizar que siempre tenemos batería en nuestro cuchillo, por muy extraño que nos suene esa frase.

El C-200 se puede recargar por cable USB-C y un cargador convencional como el de un smartphone; pero ninguno de los dos accesorios se incluye en el paquete "para reducir la basura electrónica" según el fabricante.

Si no queremos usar cables con nuestro cuchillo, se ofrece una base de carga inalámbrica que, por 119 euros, nos permite recargar el cuchillo simplemente dejándolo encima.

Cuchillo ultrasónico Seattle Ultrasonics C-200 con su batería extraíble

Cuchillo ultrasónico Seattle Ultrasonics C-200 con su batería extraíble Seattle Ultrasonics Omicrono

Además, también podemos comprar una batería adicional por 69 euros, lo que nos permite intercambiarla por la que está en el cuchillo cuando se agote.

Esto nos lleva al gran obstáculo que tendrá este cuchillo ultrasónico para triunfar: el precio: el C-200 de ocho pulgadas cuesta 329 euros por sí solo, que ya es un coste elevado para el consumidor medio, a lo que hay que sumarle los accesorios que necesitemos.

Afortunadamente, la compañía ofrece un paquete de cuchillo con su base de carga inalámbrica por 399 euros, lo que nos permite ahorrar un poco y tener la seguridad de que el cuchillo siempre va a estar recargado cuando lo necesitemos.

El Seattle Ultrasonics C-200 ya está disponible para reservar, con los primeros envíos previstos para enero de 2026.