
Un panel Aquilohm, el sistema de calefacción basado en pintura mineral activa. Omicrono
Adiós a los radiadores: el revolucionario invento que calienta la casa muy rápido y ahorra hasta un 60% de energía
Crean un sistema que calienta directamente superficies como paredes, techos, suelos y muebles, para luego difundir el calor a través de una pintura mineral.
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Aunque la primavera está casi a la vuelta de la esquina, España sigue haciendo frente a las bajas temperaturas. El frío continua estando presente en gran parte del país lo que provoca que aún muchos utilicen los radiadores para mantener sus casas calientes. Y aunque existen inventos que potencian a estos dispositivos, lo cierto es que ya hay nuevas tecnologías que pretenden jubilarlos, como un artículo que calienta una vivienda rápido y se instala fácil hasta otro que hace lo propio y, además, ahorra hasta un 60% de energía.
Aquilohm, una compañía de Bretaña fundada en 2013 por Jean-Christophe Gérard, ingeniero eléctrico, y Nicolas Guilloux, que tenía una agencia de comunicación, ha ideado un innovador sistema de calefacción basado en una pintura mineral activa que está fabricada a partir de tinta térmica; y que produce calor por radiación y calienta las paredes o el techo en lugar del aire. Un invento que pretende acabar con los clásicos radiadores y que ya se está probando en dos hoteles de la localidad.
"Donde un calentador clásico calienta el aire, nuestro producto calienta el techo, el suelo, los muebles... Utiliza radiación infrarroja lejana, que es beneficiosa para el medioambiente", explica Jean-Christophe en una entrevista con el medio Journal de Vitré. La empresa, que tiene la sede en Saint-Jean-sur-Vilaine, cerca de Rennes, explica en su web que ha estado cuatro años trabajando en este invento, al que denominan como el primer radiador "biorresonante" que funciona con una pintura calefactora, no tóxica, a base de agua, reciclable y alimentado a baja tensión.
Calienta las paredes
Al igual que muchas grandes historias del sector de la tecnología, la de Aquilohm nació en un modesto garaje donde Jean-Christophe y Nicolas Guilloux fabricaron una pintura térmica a base de tinta térmica, a la que posteriormente cambiaron el enfoque debido a la complejidad en la certificación y comercialización de estas pinturas. Y de ahí surgió su innovador dispositivo de calefacción, que lleva el mismo nombre que la empresa. Un invento que calienta directamente superficies de la casa, como las paredes, para luego difundir el calor a través de una pintura mineral.
Es decir, este producto "primero elimina la humedad de las paredes y luego las calienta". De esta manera, cuando las paredes alcanzan el punto de saturación, "su emisividad permite que este calor se irradie hacia la habitación". Un proceso que se llama biorresonancia y que es un poco "como si los rayos del sol atravesaran un cristal de una ventana, calentándolo y sin los efectos nocivos de los rayos ultravioleta (UV)". Los creadores de este invento indican que la naturaleza, los objetos y las personas emiten de forma natural rayos infrarrojos lejanos en la misma longitud de onda, "por lo que podemos hablar de resonancia".

El sistema Aquilohm instalado en varias habitaciones de una casa. Omicrono
El principio de los radiadores Aquilohm, que hay de diferentes modelos, es calentar todos los elementos de una casa, como el suelo, los muebles o las paredes, sin calentar el aire, de ahí que este sistema necesite una menor potencia en comparación con la calefacción convencional. Y una vez que los elementos alcancen la carga térmica, estos calientan el aire por convección de manera uniforme, purificándolo.
Eso sí, para utilizar este sistema de calefacción es necesario que la casa tenga un excelente aislamiento, para que la pared no irradie al exterior. "Sería inútil", explica Jean-Christophe. Sin embargo, este innovador radiador, que se puede integrar en falsos techos y en otras superficies, es capaz de calentar las dos paredes de un tabique interior para que no haya pérdida de calor y funciona con baja potencia, "a 24 V o 48 V, por lo que consume menos electricidad. Ofrece un ahorro de hasta el 60%", dependiendo de la ubicación y del aislamiento de la vivienda.
Como resultado, este radiador ofrece "una temperatura agradable, constante y, sobre todo, económica". Además, y según la certificación CE obtenida, este sistema permite un ahorro del 12% si se compara con una bomba de calor, y del 50% en comparación con un calefactor convector eléctrico convencional, que son unos aparatos eléctricos que calientan directamente el aire.
La compañía señala que un calentador Aquilohn de 60 x 60 centímetros consume un máximo de 300 vatios y sustituye a un radiador convencial. Además, este invento no requiere ningún mantenimiento ni conservación, y "proporciona calor saludable (evita la circulación de alérgenos en la vivienda), elimina la humedad residual de las paredes por capilaridad mejorando notablemente el aislamiento, no hace ruido y no emite CO2". Incluso explican que la sensación de calor "es similar al calor del sol o de una estufa de leña".

El sistema Aquilohm instalado en un salón. Omicrono
"Este método ya existe en otros lugares, sobre todo en Austria", explica Jean-Christophe. Sin embargo, señala que allí el recubrimiento es una película de níquel, carbono y plata, y el producto funciona a 240 V. "Nuestra innovación es el recubrimiento de pintura base agua que incorpora tintas naturales, además de su funcionamiento a bajo voltaje. Por esta razón nuestro producto es único en el mundo", asegura Jean-Christophe.
Se adapta a las necesidades
En la actualidad la compañía cuenta con alrededor de cuarenta productos de la gama Aquilohm en funcionamiento. Esta tecnología se está probando en el sector hotelero, concretamente está instalada en dos hoteles del grupo Brit Hôtel: Le Castel en Rennes y Le Villeneuve en Saint-Grégoire; además de en una panadería, que usa "el modelo Albatros, que queda oculto entre las placas del falso techo. Además, no calentamos el aire, hay poca pérdida de calor cuando las puertas se dejan abiertas durante largos períodos durante las horas del mediodía", señala Nicolas Guilloux.
Otra de las grandes ventajas de este sistema de calefacción es que se adaptan perfectamente a la disposición de un local y a los deseos del cliente. "Se pueden colocar verticalmente en una pared, sustituyendo a un convector tradicional. Se pueden empotrar en un falso techo, pero también colocar en el techo", indica Guilloux; quien ha integrado esta tecnología en un plafón con acabado en madera de su cocina. Y de cara al futuro, la empresa desea que su marca "fuera conocida a nivel nacional en cinco años, aunque aún quedan pasos por dar".
Jean-Christophe considera que "será necesario pasar al modo industrial, y para ello encontrar inversores, obtener la certificación industrial y crear una unidad de producción. Hoy encontramos a nuestros socios para transformadores y termostatos. Tenemos un acuerdo con varios artesanos locales para la instalación del producto. Pero la fabricación de los productos Aquilohm todavía se realiza de forma artesanal".