En 2023 la inteligencia artificial ha protagonizado una explosión, integrándose como asistente en tareas creativas, gestión del trabajo, ayudando a estudiantes con chatbots como ChatGPT y hasta sirviendo de apoyo en proyectos científicos. No podía ser menos en el terreno militar y de espionaje. Al mismo tiempo que la IA se entrena en China para tomar el control de satélites de vigilancia, también se ha desarrollado para analizar los movimientos de la diplomacia extranjera.

The New York Times informa en un extenso reportaje de los esfuerzos de la agencia de espionaje china, conocida como MSS, para superar en capacidades a Estados Unidos por medio del desarrollo de su propia tecnología. Entre esos esfuerzos, los espías chinos contarían hoy con un sistema de inteligencia artificial que rastrea a personas de interés extranjeras, según han contado funcionarios estadounidenses y personas con conocimiento del caso a este medio, quien protege sus nombres en este reportaje.

La inteligencia artificial y la ciberseguridad serían sus dos principales armas. El MSS suele contratar directamente en universidades, como demuestra más de 30 anuncios de empleo que ha publicado la agencia. En los últimos años ha buscado expertos en tecnología, perfiles técnicos que incluyen a piratas informáticos, según fuentes consultadas por The Times con conocimiento de estos procesos de contratación. El medio basa la información en más de dos docenas de entrevistas y documentación pública y corporativa de China.

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Una de las prioridades del gobierno chino es que las tecnologías centrales no estén bajo el control de otras naciones, su objetivo es alcanzar la autosuficiencia tecnológica. Tal sería su interés que los expertos de la administración china han publicado estudios examinando las capacidades de recopilación de datos de las agencias de espionaje estadounidenses y su tecnología

Explica el medio que durante la pandemia, la agencia de espionaje de China se quejó a sus contratistas tecnológicos que el sistema de vigilancia basado en cámaras que rastrean los movimientos de diplomáticos oficiales y demás agentes internacionales cerca de sus respectivas embajadas en Beijin no era suficiente. Necesitaban tener más información sobre ellos y su comportamiento sin que la tarea requiriera un arduo trabajo de personal.

camara vigilancia

Como solución, solicitaron un programa de inteligencia artificial capaz de crear expedientes instantáneos sobre cada individuo de interés en esa área. Propusieron entrenar al sistema de IA con bases de datos que incluían matrículas de automóviles, teléfonos móviles, contactos y vinculados a decenas de cámaras de vigilancia. Los perfiles generados por el sistema facilitarían a los espías chinos seleccionar objetivos e identificar sus redes, así como vulnerabilidades, según documentos internos obtenidos por el medio.

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