La llegada del invierno provoca que en muchas casas de España baje la temperatura y suba la factura del gas, en caso de que sea este el sistema de calefacción principal con el que cuentan. Debido a su impacto medioambiental, la Unión Europea se ha propuesto encontrar alternativas renovables.

Entre ellas ha encontrado un buen filón en las bombas de calor, una máquina térmica que alcanza la temperatura perfecta tanto en invierno como en verano. Sin embargo, hay empresas que ya trabajan en descubrir una fórmula que no solo acabe con el gas, sino que también sea menos aparatosa para la estética de los hogares.

La empresa holandesa Greeniuz ha estudiado varios sistemas de calefacción para dar con uno cada vez más pujante: los paneles térmicos de infrarrojos. Este producto se caracteriza por generar una temperatura uniforme del aire. Su elemento diferenciador con respecto a los radiadores o las bombas de calor es que se pueden instalar en paredes, dentro del techo o pegado a él, ya que solo tienen un grosor de 3,5 centímetros.

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Greeniuz es ya toda una realidad en los Países Bajos, donde comenzó equipando 750 hogares con los paneles infrarrojos. "Nuestra ambición para 2022 es que 5.000 familias dejen de utilizar el gas para calentar sus hogares", aseguran desde la startup que fundaron Dirk Bellemakers y Pieter Lapré, quienes han trabajado durante 15 años en la construcción de viviendas sostenibles.

Diferente al sistema tradicional

Como todo el mundo sabe, el aire caliente sube mientras el frío baja. Por tanto, los métodos tradicionales —tanto un suelo radiante como un radiador— se encargan de mover y calentar el aire que ya está en el lugar. Este sistema suele traer consigo una mala distribución de la temperatura en la habitación. Por contra, el sistema que utilizan en Greeniuz es completamente distinto.

Paneles de infrarrojos instalados en el techo de una estancia Greeniuz Omicrono

La calefacción por infrarrojos es un método que en nada se parece al tradicional, pues, en primer lugar, se trata de un sistema 100% eléctrico. Imita el proceso que realiza el Sol a la hora de calentar la Tierra, al enviar radiación infrarroja de onda corta hacia nuestro planeta a la velocidad de la luz. Una vez llega a nuestro planeta, la radiación infrarroja de onda corta se convierte en onda larga.

En el caso de los paneles de Greeniuz, su tecnología garantiza que todo el espacio reciba una temperatura a gracias a su ángulo de radiación de 160º con el que irradia el calor. Así, los inmuebles del lugar absorben la radiación para convertirla en calor y este, a su vez, transfiere el calor al aire. Por lo que se crea una temperatura del aire uniforme.

Los paneles de infrarrojo instalados en un hogar. Greeniuz Omicrono

Otra de las ventajas es que no generan ningún tipo de ruido ni vibraciones y la temperatura se puede controlar mediante un termostato. Aunque la característica más destacable de todas no se encuentra en su diseño elegante, el cual se adapta a cualquier estilo de casa, según Greeniuz. La mayor diferencia de estos productos es el gasto que supone. De hecho, en su propia página web tienen una comparación en vivo en la que se puede ver que el gasto en calefacción de gas suele ser el doble del de los paneles infrarrojos.  

Más tamaño, más potencia

Estos paneles de calefacción por infrarrojos funcionan de manera individual, aunque también se pueden combinar con otros sistemas de calefacción. Desde Greeniuz aseguran que su sistema es capaz de "equipar una casa entera". Esto no significa que todo el hogar tendrá la misma temperatura: cada uno de los paneles se puede ajustar a la temperatura del aire deseada.

Así, en Greeniuz cuentan con hasta cinco dimensiones diferentes. Y como si se tratase de ropa, los paneles van desde el tamaño "S" hasta el "XXL". Traducido en potencia, estos paneles de infrarrojos tienen una potencia mínima de 100 vatios en su versión más pequeña y de 500 vatios en el más grande. Por ejemplo, en el cuarto donde se suelen almacenar los alimentos y puede que también esté la lavadora, Greeniuz instalaría un panel calefactor de 200 vatios para garantizar una temperatura base constante.

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Además de estos paneles de infrarrojos, la empresa holandesa ofrece entre sus productos dos termostatos inteligentes, además de una aplicación en el móvil, desde la que se puede modificar la temperatura de cada una de las habitaciones de la casa.

La startup holandesa no es la única que está trabajando con este tipo de tecnología. La compañía alemana Trotec es otro ejemplo de ello. Así, sus paneles infrarrojos tienen una potencia de 900 vatios y la instalación se puede realizar tanto en el techo como en la pared.

Por su parte, hay otras opciones para quienes prefieran un diseño más sofisticado. Es el caso de los paneles de calefacción por infrarrojos de Viesta. A diferencia de los anteriores, no cuentan con marcos. Sin embargo, su tecnología de cristal de carbono infrarrojo tan solo alcanza una potencia máxima de 320 vatios.

El interés de algunas empresas por desarrollar la calefacción del futuro es tal que incluso se puede encontrar a Xiaomi en esta lista. Así es, la marca china de móviles y dispositivos electrónicos anunció hace dos años que estaba trabajando en el diseño de un panel calefactor de infrarrojos, pero todavía no lo ha presentado como producto a la venta.

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