Mientras que el presidente de España Pedro Sánchez se encontraba en Albania tratando el tema de Kosovo, Putin detallaba un nuevo plan militar para su ejército con motivo del Desfile de la Marina celebrado en San Petersburgo. Allí, mientras daba su discurso delante de miles de personas, anunció que el misil hipersónico Zircón entrará en servicio en los próximos meses, sin acotar más en la línea temporal.

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"La fragata Almirante Gorshkov [que lanzó por primera vez un misil de este modelo en 2020] será la primera en entrar en servicio de combate con estas armas formidables a bordo", afirmó Putin. "La clave aquí es la capacidad de la Armada rusa... Es capaz de responder a la velocidad del rayo a todos los que deciden infringir nuestra soberanía y libertad", prosiguió. Acto seguido, firmó una nueva doctrina naval de 55 páginas, que establece los objetivos estratégicos marítimos del país, según Reuters.

La principal amenaza para Rusia, según indica la doctrina, es "la política estratégica de Estados Unidos de dominar los océanos del mundo". Tampoco se queda sin su ración la OTAN, cuyos movimientos de acercamiento a las fronteras rusas son también vistas como un desafío al país.

Misil Zircón Sputnik

Rusia se ha coronado como la potencia militar más importante en el terreno de las armas hipersónicas tras años de ensayos, pruebas y maniobras. La última de ellas llevada a cabo a finales de mayo con el Zircón como protagonista y que ponía la guinda con sus 1.000 kilómetros recorridos más allá de 5 veces la velocidad del sonido que inaugura el terreno de lo hipersónico.

El Zircón, según fuentes oficiales, terminó satisfactoriamente su principal programa de ensayos el pasado noviembre. Tan solo 9 días después, se anunció que "se está llevando a cabo la producción en serie de misiles Zircón en la NPO Mashinostroyenia [la empresa pública encargada del misil], aunque continuarán las pruebas de lanzamiento desde superficie de este producto".

Inalcanzable

El misil Zircón (Tsirkon) es uno de los misiles hipersónicos favoritos de Vladímir Putin y también uno de los más maduros de cuantos tiene oficialmente Moscú. En un discurso de presentación realizado en febrero de 2019, el mandatario detalló que el Zircón es capaz de volar a 9 veces la velocidad del sonido (11.000 km/h) y alcanzar objetivos a más de 1.000 kilómetros.

Estas características y especificaciones lo convierten en un misil muy complicado de detectar y derribar. Los sistemas de protección aérea no pueden —que se sepa oficialmente— hacer frente a estas amenazas. Cuando detectan un misil hipersónico, es demasiado tarde como para reaccionar.

También comentó la posibilidad de integrar el misil en barcos ya existentes, principalmente en aquellos que actualmente disponen de los lanzadores de misiles de crucero Calibre. "Gracias a ello no será muy caro", afirmó Putin.

El sistema que emplea Rusia para el Zircón se basa en un motor scramjet, también conocido como estratorreactor. Un propulsor muy particular por no contar con una primera etapa de compresión de los gases, que entran directamente a la cámara de combustión. Esto se consigue gracias a una primera etapa donde el misil se impulsa a la velocidad necesaria para que ese motor rinda como se espera.

Recreación artística del misil hipersónico Zircón

Este sistema tan particular —aunque cada vez más extendido en el mundo de los misiles hipersónicos— le permite alcanzar una altitud de 28.000 metros y acarrear una ojiva de entre 300 y 400 kilogramos, según algunas estimaciones. El diseño del misil bebe directamente de un programa militar llevado a cabo en los años 90, pero no consiguió cristalizar el primer prototito hasta el 2017. Un año antes de lo esperado por el Kremlin.

Una de las propiedades principales del misil Zircón es su lanzamiento desde los buques de guerra que Rusia tiene desplegados por medio mundo. Desde ellos también se han llevado a cabo todos los ensayos en los últimos años y, según acaba de indicar Putin, también serán los que estrenen en un primer momento esta capacidad.

Pero el objetivo de Moscú es llevarlo también a los submarinos. Este tipo de misil hipersónico se haría todavía más complicado de detectar y derribar si se lanza desde una posición secreta bajo el agua. Según recogió TASS, la Marina rusa tendrá que esperar hasta 2025 para poder equipar unidades de Zircón a un submarino. Justo cuando está planeado recibir un sumergible nuclear que actualmente se encuentra en pleno desarrollo.

Por el momento, no se ha desvelado ninguna imagen oficial del misil Zircón y los detalles sobre el número de unidades a fabricar o las posibles variantes del modelo —se dice que habrá una capaz de lanzarse desde un bombardero— permanecen a buen recaudo.

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